Oaxaca.-En México, de acuerdo con datos del Inegi, es en la pareja donde ocurre la mayor parte de la violencia contra las mujeres: el 43.9% ha sufrido algún tipo de agresión por parte de su actual o última pareja, esposo o novio. La violencia intrafamiliar, también llamada violencia doméstica, es un problema de proporciones pandémicas en este país. Sin embargo, existen distintos recursos a los que pueden acceder las mujeres víctimas de violencia.
La activista Tania Tagle, quien ha dado acompañamiento a víctimas de violencia en la Ciudad de México, recomienda acudir al Centro de Apoyo a la Violencia Intrafamiliar (CAVI) en primer lugar:
“(En el CAVI) le dan seguimiento a tu caso, te dan un expediente, te pueden ayudar, por ejemplo, si estás casada legalmente con el proceso de divorcio, si tienes hijos a iniciar un juicio de custodia”.
En la Ciudad de México, el CAVI atiende a mujeres víctimas de violencia de pareja, niños y niñas de hasta 12 años de edad. De acuerdo con su sitio, no se necesita presentar ningún documento, pero los hechos deben haber ocurrido dentro de la Ciudad de México.
Si bien muchas mujeres mexicanas acuden al Ministerio Público para reportar hechos de violencia, algunas veces la atención que reciben allí no es la más integral. Como señala Tagle, muchas víctimas se ven obligadas a encarar a su agresor, lo que vuelve a colocarlas en una situación de mayor riesgo.
Las mujeres con lesiones físicas con menos de 48 horas suelen acudir a alguno de los Ministerios Públicos cercanos. En algunos son remitidas al CAVI, donde pueden recibir atención integral a la situación de violencia que viven. Sin embargo, en ocasiones son canalizadas al Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
En la mayoría de los casos, el DIF les da una hoja en donde se le pide al agresor que acuda “en buena onda” para arreglar el problema. Esto último provoca que, en futuros episodios de violencia, las mujeres prefieran no denunciar:
“Prácticamente, si después de un episodio de violencia vas al Ministerio Público sin ningún tipo de orientación, no vuelves a denunciar”, señala Tagle. “Sientes que de todas formas no sirve de nada“.
En algunos casos, son vecinos u otros testigos de las agresiones físicas quienes llaman a la policía. En ese caso, se suele preguntar a la mujer agredida, frente a su agresor, si desea que se lo lleven. Esto las coloca en una nueva situación de indefensión: muchas prefieren que no se lo lleven por miedo. Cuando sí se lo llevan, el agresor puede pasar un máximo de 48 horas en el “torito” o pagar una multa de 700 pesos.
“Para ellas representa un riesgo decir que sí cuando llega la policía, muchas tienen miedo. Entonces, muchas veces, los testigos se van contra ellas: ‘Llamamos a la policía y ella dijo que no’. Piensan que ella tiene la culpa de alguna manera. Lo que no saben es lo que pasa después de que llega la policía: nada, básicamente”.
Sin embargo, como señala el abogado Roberto Cortés, cuando una mujer acude al Ministerio Público a presentar una denuncia por violencia familiar, éste está obligado a abrir una carpeta e iniciar una investigación. Además, la víctima puede solicitar que un médico legista la revise y certifique las lesiones, así como atención psicológica: ambos pueden ser un antecedente en caso de que existan futuros episodios de violencia.
El Inmujeres puede apoyar a las mujeres cuando desean apelar a un fallo o necesitan asesoría legal o psicológica. Sin embargo, en situaciones de emergencia, es mejor acudir directamente al CAVI.
¿Sabes cómo identificar la violencia doméstica? Si eres víctima de ella y te encuentras en Jordania, la Embajada de México puede ayudarte. Acércate a la Embajada.
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Si tienes hijos o hijas y vives violencia familiar, o conoces a alguien en la misma situación, el primer paso es arreglar legalmente la custodia legal de los menores. Esto debe ocurrir incluso incluso cuando no existe violencia en la pareja y en separaciones amistosas.
En lugares como la Ciudad de México, padres y madres tienen el mismo derecho a tener a hijos o hijas mientras no haya un fallo de custodia. Así, en el caso de que exista un trato amistoso y el padre decida llevarse al hijo o hija, no hay ningún delito que perseguir: “Entonces no puedes denunciar que se lo llevaron porque es legal que esté con cualquiera de los dos. Y, mientras dura el juicio de custodia, puedes no ver a tu hijo o hija”.
Tagle remarca que es crucial arreglar la situación legal de los menores cuanto antes: “Incluso antes de separarte, metes una demanda por juicio de custodia y después avisas que te vas a separar”:
“Muchas veces, los padres usan a los niños, sobre todo cuando la madre empieza a tener una relación con alguien más: automáticamente, el gesto es llevarse al niño. No tanto por protegerlo sino como un castigo. Es un gesto punitivo. Y aunque hayan quedado en muy buenos términos, si tú haces algo que ya no le gustó, él tiene con qué castigarte si el niño no está protegido legalmente“.
Si tú o alguien que conoces está en una situación de violencia y decide salir, expertos coinciden: no hay que avisar al agresor. Si hay hijos o hijas de por medio, debe llevarlos consigo. Si se trata de una situación urgente, lo más importante es asegurar la integridad física de las víctimas.
Muchas temen que se les acuse de abandono de delitos como abandono de hogar o secuestro; sin embargo, como explicamos en el punto anterior, no hay secuestro si los menores están con su madre. En cuanto al abandono de hogar, apunta Tagle, la única consecuencia es el divorcio automático.
Es importante contar con el apoyo de asociaciones dedicadas a dar acompañamiento a víctimas de violencia (al final de esta nota hay una lista de organizaciones a las que pueden acudir). Es más sencillo cuando se tiene la asesoría de personas con conocimiento en la materia y muchas cuentan con albergues donde las víctimas pueden alojarse. En caso de que el agresor quiera proceder en su contra, el hecho de permanecer en un albergue es también una prueba de la violencia que viven.
Las consecuencias de la violencia se ven reflejadas, en la mayoría de los casos, en la salud mental de las mujeres. Muchas de ellas, con depresión o ansiedad, temen que se usen estos padecimientos en su contra. De igual forma, muchas temen que se les acuse de consumir drogas u otros comportamientos para descalificarlas como madres.
“Aunque fueras adicta al crack, te prostituyeras en la calle y fueras bipolar, tú tienes derecho a una rehabilitación por parte del Estado para ser apta y cuidar de tu hijo“, señala Tagle. “No puedes perder la custodia de tu hijo, eso no pasa. Nunca te lo van a quitar por más que la otra parte pruebe algo como que eres drogadicta: en ese caso tú puedes argumentar que necesitas que el Estado debe rehabilitarte, entonces puedes tener derecho a visitas en un centro de convivencia y, más tarde, cuando demuestres que eres apta, obtener la custodia compartida. Esas cosas con las que quieren asustarte son pura mentira”.
En la Ciudad de México, como indica el Artículo 200 del Código Penal, si la víctima de las agresiones padece algún trastorno mental diagnosticadola pena para el agresor aumenta una mitad. De esta forma, ser diagnosticada con algún trastorno mental de forma oportuna es fundamental.
En la Ciudad de México, la violencia familiar se persigue solamente por querella; es decir, cuando la víctima presenta ella misma la denuncia. Sin embargo, el Artículo 200 BIS del Código Penal del Distrito Federalseñala que existen excepciones en las que una tercera persona puede presentar la denuncia en lugar de la víctima:
Línea de Apoyo Psicológico UNAM: 5622 2288
Con informacion de Plumas Atómicas
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