Agencias
Oaxaca.-La industria del calzado mexicana que hasta poco flotaba sobre la cómoda nave de las ventas regionales y las bajas exportaciones recibió un balde de agua fría desde el pasado mes de mayo, cuando el gobierno mexicano oficializó el Tratado de Asociación Transpacífico (CPTPP).
El acuerdo, firmado este año por 11 socios -Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam- librará de impuestos a dos grandes rivales de las empresas zapateras mexicanas: Vietnam y Malacia, líderes mundiales en el ramo.
“Ya no es una amenaza, ahora es un hecho”, lamentó Luis Gerardo González, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), tras una infructuosa y larga batalla del gremio integrado por más de 11,000 empresas para excluir la industria del CPTPP.
Una vez aprobado el desgravamen, el arancel se irá quitando paulatinamente y los zapateros mexicanos tendrán 13 años para modernizar sus fábricas, mejorar sus procesos y desarrollar nuevos productos, pero ni el gremio ni analistas económicos tienen muchas esperanzas.
Los mexicanos tendrán que luchar con el idioma, una estructura comercial muy avanzada y salarios aún más bajos de los asiáticos, subsidios y malas prácticas (se teme que China use a Vietnam como puerta trasera para meter literalmente sus zapatos).
El 70% de importaciones de calzado desde México (que rondan los 88 millones de pares anuales) provienen de China y Vietnam juntos. México exporta, en cambio, 26 millones de pares al año y principalmente hacia Estados Unidos.
“México tiene mucho que perder y poco que ganar porque el país difícilmente va a ganar acceso a nuevos mercados”, alertó, Enrique Dussel, coordinador del estudio “Efectos del CPTPP en la cadena de calor del calzado en México”, realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Desde otra perspectiva, la consultoría Iqom dijo en un reporte que el que es una ‘‘gran oportunidad“ para que los zapateros mexicanos (y otros sectores) expandan su apertura comercial en la zona más dinámica del mundo con 372 millones de consumidores potenciales.
“El reto ahora es impulsar la competitividad de estos sectores para competir con el producto manufacturado allá”, insistió Dussel.
Durante su campaña electoral, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador prometió durante un acto realizado en Guanajuato, el principal productor nacional de calzado, que impulsaría créditos para los empresarios del ramo para hacer frente a las importaciones, pero no habló de las exportaciones.