Fortino Torrentera
Oaxaca.- Un grave desabasto de maguey, la incapacidad técnica y de cobertura del Consejo Regulador del Mezcal, así como la falta de recursos forestales están detonando una grave crisis que podría afectar a toda la cadena productiva
, aseguraron Maestros del Mezcal, al anunciar que propondrán a las autoridades una reforma de fondo para el sector.
En voz de Abel Alcántara, los integrantes de esta Asociación Civil, la más importante en la producción tradicional de esta bebida, mostraron su preocupación por la inminente extinción de unas diez especies de agave, entre los que se cuenta el Papalomec, Gavilán, Chupaflor, Bartoleño, Tobaziche, Arroqueño, Bilía, Cuela y Pichumel, de las 32 que se dan en Oaxaca.
Insistieron en los tres elementos que deben existir para la producción del mezcal que son: agua, árboles y maguey, pero debido a la falta de regulación de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), no se reforesta como establece la ley que debe cortarse un árbol y plantar diez, lo cual no nutre a manantiales que dan sus propiedades al maguey que cambian en cada microzona.
Desde hace 24 años en que se declaró la región del Mezcal, no se han revisado las condiciones actuales que han variado mucho, además que no todo el estado produce mezcal, solo unas 14 zonas, por lo que en Durango, la región protegida se halla en Mezquital y Nombre de Dios, lo cual debía suceder en Oaxaca para apoyar la producción.
La denominación de origen debe partir de que esa zona cuente con magueyes oriundos, tradición en la elaboración del mezcal y productores, como sucedió al otorgarle esa denominación al Estado de México, donde solo se produce en Malinalco, Zumpahuacán, Zacalpan, Chalmita y El Platanar, sumándose a una región del mezcal integrada por Estado de México, Morelos y Guerrero.
“No tenemos nada contra nadie, pero el Consejo Regulador del Mezcal ha sido rebasado técnicamente para dar cobertura y verdadera protección a los productores, muchos de los cuales están prefiriendo vender en grandes cantidades a envasadores, lo que afecta a la producción artesanal” dijo Alcántara.
De igual forma, hay un régimen fiscal que lacera la producción y venta, pues los mezcales certificados, al obtener el marbete, de cada botella, más del 60% se paga en impuestos y el resto se distribuye en la cadena, por lo que estimaron que si una botella se vende en 500 pesos, 150 son para el que cultiva, cuida y procesa el mezcal, por ello muchos prefieren venderlo a granel.
Por su parte, Félix Hernández Monterrosa, recalcó que esta crisis ya se había anunciado, sin embargo, se ha agudizado más hasta el hecho que a todos, desde pequeños productores hasta grandes envasadores, padecerán de abasto de agave y lo peor, la extinción de especies.
Incluso los productores son objeto de robo como el recientemente sucedido a la maestra Bertha de San Baltazar Chichicapan, donde le fueron extraídas tres toneladas de agave mexicanito, que representan unos 350 litros, sin que exista protección de las autoridades federales, estatales y comunales, respondiéndole estas últimas a la productora “que investigara y ya verían”.
Por ello, solicitaron que se estudie e impulse una verdadera reforma a partir de ser escuchados por las autoridades para que conozcan la realidad que se está viviendo en el sector mezcalero, que es una de las áreas de mayor derrama económica para el estado.