Lilia TORRENTERA G.
Oaxaca.- Una disculpa pública por la discriminación oficial de la Comisión para el Desarrollo de Pueblos Indígenas (CDI) a las y los niños y niñas que participaron en el concierto masivo realizado el pasado 9 de noviembre, pidió hoy el músico Nathanael Lorenzo, quien además responsabilizó a esa instancia federal, de cualquier represalia a él, a su familia o banda de música por la denuncia hecha.
En conferencia de prensa, el director del Instituto Cultural Calmélcac no se retractó de haber condenado la forma en que la delegada de la CDI, Amable Cecilia Cruz Lozano, trató a las y los integrantes bandas infantiles y juveniles a los que se le dieron de comer tortas y plato de salsa de huevos, cuando el presupuesto destinado para realizar dicho concierto rebasó los 3 millones de pesos.
Nathanael Lorenzo, indicó que llamó a los medios de comunicación para aclarar el contexto en que se refirió como “músicos de segunda” a las y los maestros y directores de las bandas en una declaración que se difundió en redes sociales en días pasados.
En su lectura de una carta pública, el músico indicó que actualmente, las y los maestros de música, tienen arraigado el miedo a perder su trabajo y por ello no se atreven a cuestionar, los actos de discriminación y racismo de las instituciones oficiales, como fue la humillación a la dignidad de la niñez y juventud de pueblos indígenas que participan en las bandas tradicionales.
Expuso que aun cuando la comunidad musical del estado, guarde silencio a este “sistema musical enviaciado”.
Ya agrega:
“No me retracto por pensar diferente y no aceptar ser un títere de las instancias gubernamentales”.
Exigió al gobernador Alejandro Murat, a la delegada de la CDI y al maestro César Delgado, coordinador del concierto masivo, una disculpa pública por las ofensas cometidas a las y los niños así como a las directoras filarmónicas.
Pidió también que se rindan cuentas del uso de más de tres millones pesos para una concierto que duró apenas un par de horas, se sirvieron platos con frijoles y salsa de huevo y se transportó a los niños y niñas, en condiciones de total inseguridad.
Además, responsabilizó directamente a la CDI de cualquier tipo de represalia por la denuncia realizada.