Oaxaca.-El último trabajo científico que realizó el físico teórico y astrofísico británico, Stephen Hawking, fue publicado a siete meses de su muerte.
Físicos de la Universidad de Cambridge publicaron este jueves el trabajo relativo a los agujeros negros, investigación a la que Hawking dedicó la mayor parte de su vida.
El coautor de los trabajos, el físico de la Universidad de Cambridge, Malcolm Perry, dijo al diario The Guardian que la paradoja de la información estuvo en el centro de la vida de Hawking durante 40 años.
Los trabajos fueron completados días antes de la muerte de Hawking, el pasado 14 de marzo, y fue redactado por colegas de las universidades de Cambridge, Inglaterra, y de Harvard, Estados Unidos.
El ensayo “Entropía del Agujero Negro” (Black Hole Entropy and Soft Hair) es una continuación de los trabajos del aclamado científico, quien murió a los 76 años de edad.
Los orígenes de los agujeros negros datan de la época en que el científico Albert Einstein publicó la Teoría de la Relatividad general (1915) que propone que la propia geometría del espacio-tiempo se ve afectada por la presencia de materia, de lo cual resulta una teoría relativista del campo gravitatorio.
Las nuevas mediciones demuestran un efecto conocido como el desplazamiento gravitacional al rojo, que está considerado como una medida de la expansión del Universo
Las teorías de Einstein hicieron importantes predicciones sobre los agujeros negros y sus características, pero 60 años después Hawking argumentó que los agujeros negros también tienen temperatura.
Los físicos de Cambridge, Sasha Haco, y Andrew Strominger de Harvard ahondaron en la teoría de los agujeros negros y añadieron otras propiedades que no se habían registrado antes como fotones y el llamado “pelo suave” (soft hair), lo cual intentar responder a la paradoja sobre la fuerza gravitacional de los agujeros negros.
The Guardian reportó que unos días antes de que Hawking muriera, el físico Perry le llamó por teléfono desde la Universidad de Harvard para explicarle el avance en las investigaciones.
Perry desconocía qué tan enfermo Hawking se encontraba y lo único que recibió fue “una sonrisa”. “Le dije que habíamos llegado a algún lado. Supo el resultado final”, aseguró Perry.
Hawking, quien desde los 22 años de edad se le detectó una enfermedad neuromotora progresiva y mortal, falleció en su casa ubicada en la ciudad universitaria de Cambridge.
Sus restos fueron depositados en la Abadía de Westminster, junto a los del científico Isaac Newton.