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Miércoles 12 de diciembre, 2018. 02:15 pm

En gobierno de EPN asesinan a 26 sacerdotes, no hay culpables

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En gobierno de EPN asesinan a 26 sacerdotes, no hay culpables

Oaxaca.-John Ssenyondo era un misionero comboniano nacido en Uganda. En 2014, luego de oficiar una misa en una comunidad indígena Mixteca de Guerrero, fue “levantado” por un grupo criminal: Los Rojos y desaparecido por meses; sus restos, junto con los de 12 personas más, fueron encontrados casualmente cuando rastreadores buscaban en una fosa a los 43 normalistas de Ayotzinapa.

El sexenio de Enrique Peña Nieto fue el más violento en cuanto a agresiones y asesinatos a sacerdotes católicos, además se han registrado al menos tres ataques directos: la explosión en el edificio Juan Pablo II en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano el pasado 25 de julio del 2017 y los dos ataques con explosivos en la diócesis de Matamoros el 1º de marzo del 2018, reveló el Director del Centro Catolico Multimedial Omar Sotelo Aguilar.

“Tenemos 26 asesinatos de sacerdotes; en el sexenio de Felipe Calderón fueron 17, hoy tenemos 26. Es verdaderamente alarmante lo que está pasando. Tan sólo en este año fueron 7 y tan sólo en el mes de octubre hubo 4 secuestros y hasta el ataque a la casa del cardenal Norberto Rivera”.

De acuerdo al Sacerdote Sotelo Aguilar, encargado de llevar el conteo y analizar el fenómeno de la violencia contra la iglesia y sus miembros, quienes atentan contra sacerdotes y religiosos buscan limitar las actividades del trabajo pastoral de la iglesia en México, especialmente porque cuando se agrede, desaparece o ejecuta a un sacerdote se introduce un elemento de desestabilización social.

Los estados con el mayor número de agresiones y homicidios contra sacerdotes son: Ciudad de México, Guerrero, Veracruz, Chihuahua y Michoacán.

El Padre Gregorio López Gorostieta fue sacado a la media noche del 22 de diciembre de 2014 por miembros de una organización criminal del Seminario Mayor de La Asunción en Ciudad Altamirano.

Los padres Germaín Muñiz e Iván Añorve fueron acribillados en la carretera Iguala-Taxco el 4 de febrero del 2018; la Procuraduría del Estado los acusó de tener nexos con el narco.

El 80% de los homicidios de sacerdotes no han sido investigados en México y actualmente hay 850 denuncias de religiosos amenazados de muerte en el país, aunque la cifra podría ser mayor. La PGR asegura que la competencia está en los estados.

De acuerdo al Padre Omar Sotelo, no existe ningún tipo de diálogo o medidas de prevención por parte de la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Segob, mientras estuvo a cargo de Patricia Martínez Cranss en el gobierno de Peña Nieto.

El Departamento de Estado de Estados Unidos y la Organización Iglesia Solidaria en el Mundo en Inglaterra, así como la Agencia Fides en Roma, han empezado a investigar este tema en México.

Las cosas no parecen mejorar para este grupo vulnerable, especialmente en Guerrero, donde el vocero de los sacerdotes amenazados Benito Cuenca relata:

“En este lado en Chilapa estamos hablando de que es otro grupo o otros grupos de la delincuencia organizada distintos a los que están en la Sierra de Tlacotepec. Aquí estamos hablando de la montaña baja de Guerrero, pero que ahí son otros grupos de la delincuencia organizada, que por querer ganar la plaza en la ciudad de Chilapa ha habido confrontaciones y ha habido amenazas. Y unas de ellas fueron precisamente esta comunidade religiosa que desde el momento que a una de ellas la privaron de la vida y a uno de sus familiares, optaron por dejar la ciudad”.


Información de MVS Noticias

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