Fortino Torrentera Oaxaca.-El próximo martes 24 arranca el Festival Oaxaca Barroca 2018 con un concierto que brindará en la iglesia de Tlacolula, el destacado organista mexicano, Víctor Manuel Morales Lara, quien ha investigado al compositor mexicano Paulino Paredes y de quien tocará parte de su repertorio. Dicho festival que en su segunda edición presenta en Oaxaca la Asociación de Maestros Activos Culturales A.C., tendrá como sedes de sus programación parte de la ruta dominica donde tras la conquista, los órganos formaron parte fundamental en el proceso de evangelización, tanto como las iglesias y capillas. En conferencia de prensa, la coordinadora de este festival, María Soledad Hernández, aseguró que cada uno de los órganos de viento antiguos de Oaxaca construidos en nuestro país, son únicos e irrepetibles, diferenciándose de otros del país por sus caderetas que hablan del respeto de nuestros abuelos por la tierra, así como los tintes prehispánicos, cuya esencia se pasa al arte sonoro del instrumento. Dio a conocer que el festival inicia el 24 de julio en Tlacolula; al día siguiente en Tlacochahuaya; el 12 de agosto en Tlaxiaco; el 23 de septiembre en Tlacolula; el 21 de octubre en Tlaxiaco; el 16 de diciembre en Yanhuitlán; el 22 de diciembre en Tlacolula y cerrará el 23 de diciembre en Tlacochahuaya. Comentó que el objetivo de este festival es que los oaxaqueños revaloren su patrimonio cultural, presente en los órganos históricos; pero además la formación de públicos; por ello, previo a cada concierto se da una explicación del contexto de la obra, así como de la estética y acústica de los órganos en que se interpretan. Para la Asociación de Maestros Activos Culturales, el público inmediato son los niños y los jóvenes, por lo cual, anunció que se está planeando el proyecto “Culturalitos” en comunidades oaxaqueñas con el fin de que los niños sientas y palpen su patrimonio a través de los órganos al visitar los templos, así como sesiones de escucha en las escuelas. Vital el barroco mexicano: Morales Lara El experimentado organista y quien ha dedicado años de su vida en la investigación del compositor michoacano Paulino Paredes, destacó su legado, al ser uno de los más destacados de mediados del siglo XX y donde fundió la voz del órgano antiguo, la tradición barroca con nuevas formas de composición moderna. Durante la presentación del libro que aborda la obra de Paredes, el autor se refiere a él como el creador de obras para misa con un estilo muy mexicano. “Efectivamente, logró incorporar sus influencias como el impresionismo y lo modal, logrando un lenguaje musical propio. Paredes, dijo, fue completamente olvidado por décadas, pero fue una pieza clave en el llamado barroco mexicano, distante en el tiempo del europeo, además de conjuntarse con la belleza sonora de los órganos oaxaqueños, reconocidos en Europa por su alta calidad de manufactura, por lo que en un concilio se prohibió que se siguieran elaborando en la Nueva España.