Oaxaca.- Hace 25 años el artista plástico Francisco Toledo comenzó, al lado de autoridades de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), el rescate del acervo bibliográfico que hoy es parte de la biblioteca “Fray Francisco de Burgoa”, colección que recientemente fue reconocida como Memoria del mundo de México por la organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Es por ello que el pasado 4 de marzo en la Ciudad de México la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, directora de la Biblioteca “Fray Francisco de Burgoa” y el Dr. Eduardo Bautista Martínez, rector de la UABJO, recibieron el reconocimiento de inclusión del patrimonio documental universitario al Registro Memoria del Mundo de la UNESCO.
En entrevista Toledo platicó que conoció parte de este acervo en 1953 en el entonces Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca, que años después se convirtió en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO). La biblioteca se encontraba en Macedonio Alcalá esquina con Morelos y entre los libros que destacan se encuentran 13 incunables y 9 impresos mexicanos del siglo XVI.
“Ahí estaba la biblioteca y nosotros íbamos a hacer nuestras tareas, tenía muebles antiguos, que se habían hecho especialmente para ese espacio, era muy impresionante así como es ahora la Burgoa”, detalló el artista plástico juchiteco.
Contó que durante un temporada él estuvo fuera de México y a su regreso a Oaxaca la biblioteca ya no estaba donde la conoció, Toledo comenzaba con proyectos de rescate y conservación del patrimonio a través del Patronato Pro-Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca (PRO-OAX) y fue cuando hizo la primera propuesta de darle un lugar especifico al importante acervo bibliográfico.
“En uno de los salones vi que estaban amontonados muchos libros, por primera vez los vi fuera de sus libreros, en cajas, otros tirados en el suelo, entonces le hicimos una propuesta al rector César Mayoral, pero en ese momento había muchos problemas políticos y no se pudo hacer nada. Posteriormente me volví a encontrar los libros en la Facultad de Arquitectura en el edificio de 5 de mayo, esto porque me llamó Guillermo Tovar y de Teresa y me dijo: vamos a ver el estado de la biblioteca”.
El artista plástico recuerda que cuando llegó con Tovar y de Teresa, la persona que les mostró la biblioteca les dijo que todos esos libros siempre habían sido buena trinchera a la hora de pelear.
“Guillermo empezó a ver los libros y cada que tomaba uno decía que era un tesoro; saliendo de ahí dijo: hay que salvarlo a como de lugar, tú te vas a ocupar de los asuntos políticos y yo de los económicos y vamos a salvar esa biblioteca”.
“Inocente de mi dije que sí, pero Guillermo Tovar y de Teresa tenía muchas ocupaciones y se le olvidó el proyecto, sin embargo yo me quedé en Oaxaca con esta misión de salvar, junto con ProOax, la colección de libros que hoy está en la Biblioteca Burgoa”, expresó Toledo.
Quien contactó a Toledo con el rector de la UABJO Homero Pérez Cruz fue Isidoro Yescas, quien en ese momento era Secretario Académico de la Universidad, para ese entonces el artista plástico ya tenía el grado de Maestro Emérito y con el dinero que recibió por ese título contrató a un especialista para catalogar todo el acervo.
“Recuerdo que acordamos que un mes lo pagaría yo, a través del ProOax, y otro mes la UABJO, el trato duró poco porque el rector Homero Pérez dijo que él lo hacía solo, pero sí pusimos recursos”.
La hoy directora de la biblioteca “Fray Francisco de Burgoa”, la Dra. María Isabel Grañén Porrúa llegó a Oaxaca invitada por Toledo para que curara una exposición con el acervo, dicha muestra se llevó a cabo en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO).
El fundador del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca dijo que su presencia como grupo, ProOax era muy fuerte en ese entonces, “en ciertos momentos hubo gente muy capaz y consciente de que había que salvar algunas cosas y así ganarle a los intereses económicos del gobierno y empresarios que buscaban convertir en hoteles o cosas de ese tipo algunos espacios que hoy son centros culturales”.
La biblioteca “Fray Francisco de Burgoa” es parte del proyecto de Santo Domingo, cuando se creó la biblioteca era el momento en que también trataban de darle un uso al ex convento.
“Antes de que el ex convento de Santo Domingo fuera un centro cultural se pensó en hacer una escuela de arte en dicho espacio como lo que es actualmente el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), a ProOax le encomendaron el proyecto, se hizo todo un plan, pero al final no se llevó a cabo porque no lo consideraban práctico en esas instalaciones, ese fue uno de los usos que se pensaron para Santo Domingo, después ProOax hizo la propuesta de la biblioteca”, señaló Toledo.
Agregó que con la creación de la biblioteca “Fray Francisco de Burgoa” se logró un rescate ejemplar, “además tenemos que agradecer que el acervo está muy bien cuidado y resguardado, va a durar más que lo libros nuevos, porque se cuenta con un taller de encuadernación y restauración, para el cual ProOax también aportó recursos, siempre hemos estado pendientes de la biblioteca”.
Trabajos de rescate
Isidoro Yescas, quien fue secretario académico de la UABJO durante el periodo del rector Homero Pérez Cruz, contó en entrevista que los trabajos de rescate del patrimonio histórico de la UABJO se desarrollaron entre 1993 y 1995.
En esa etapa de rescate, que incluyó el inventario, clasificación y catalogación del fondo bibliográfico, además de ProOax y la UABJO, participación y auspiciaron el proyecto la Secretaria de Educación Pública y el INAH, así como la doctora María Isabel Grañén Porrúa, coordinadora del proyecto y bibliotecarios de la Biblioteca José Vasconcelos de la UABJO.
Una vez que el fondo se traslado al ex convento de Santo Domingo en septiembre de 1994 se incorporaron para apoyar el financiamiento de la estantería y demás mobiliario de la que en 1996 sería la biblioteca “Fray Francisco de Burgoa”, Alfredo Harp Helú, entonces presidente de Fomento Social Banamex.