Agencias

Oaxaca.-El miércoles pasado en la isla oriental, Yoshihide Suga, principal portavoz del gobierno japonés anunció la retirada definitiva de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), de esta manera, Japón retomará oficialmente la caza comercial de ballenas a partir del próximo julio.

Cabe mencionar que desde hace años que el gobierno japonés pertenece a la CBI (concretamente desde abril de 1951) y hasta ahora había “respetado” la moratoria impuesta en 1982 a la caza comercial de ballenas. Respetado, entre comillas, ya que Japón no ha dejado de cazar de ballenas en regiones como la Antártida, a pesar de las múltiples denuncias por parte de organizaciones ecologistas como la nuestra.

Ante la noticia las críticas no han tardado en llegar, pues el gobierno australiano se dijo "extremadamente decepcionado" y exhortó a Japón a reconsiderar su posición. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores neozelandés Winston Peters envió a Tokio un mensaje similar, criticando "una práctica anticuada e inútil".

Japón se abstendrá de cazar "en aguas de la Antártida o en el hemisferio Sur".

Sin embargo, Japón se abstendrá de cazar "en aguas de la Antártida o en el hemisferio Sur", precisó el representante del ejecutivo, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa.

Las organizaciones ecologistas no tardaron en reaccionar, condenando la noticia.

"Está claro que el gobierno intenta hacer llegar este anuncio de forma discreta, a finales de año, lejos de los focos de los medios internacionales, pero el mundo no es tonto", comentó en un comunicado Sam Annesley, responsable de la antena japonesa de Greenpeace.

La decisión de Japón está completamente desfasada con la comunidad internacional, e ignora la necesidad de proteger nuestros océanos y estas criaturas majestuosas.

La última temporada, los pescadores nipones mataron a unas 600 ballenas en concepto de expediciones científicas, en la Antártida y en el Pacífico. A pesar de esta razón oficial, la carne del cetáceo suele ir a parar a las pescaderías.

Con información de La verdad