Oaxaca.- “Nuestro gran error como país es pensar que en cada sexenio ahora sí llegará el salvador providencial, como se pensó en algún momento con Vicente Fox, y por centrarnos por apoyar incondicionalmente a alguien, se nos olvida la tarea de difícil, complicada de construir instituciones”, refirió la periodista, politóloga y escritora Denisse Dresser durante la presentación de su libro Manifiesto mexicano: cómo perdimos el rumbo y cómo recuperarlo, realizada la tarde de este martes en la 38 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO).
Acompañada por la periodista oaxaqueña Diana Manzo, Dresser continuó hablando sobre el descuido de las instituciones por el depósito de la esperanza en una sola persona. “Por eso nuestra democracia se ha vuelto tan disfuncional, porque no tenemos los suficientes contrapesos, porque no hay la transparencia necesaria, porque las instituciones de la democracia fracasan o funcionan mal, este libro es un llamado a componerlas”.
Continuó citando como ejemplo la transición de gobierno del año 2000, donde el PRI fue sucedido en la presidencia por el PAN, a través de Vicente Fox. “Recuerdo esa noche del año 2000. Recuerdo los abrazos, la algarabía, no porque ganara Fox, sino porque logramos sacar al PRI de Los Pinos y pensamos que eso era suficiente y no lo fue. El libro describe lo que echamos a perder, lo que no construimos”, es decir, el cuidado de las instituciones y su autonomía a fin de que el ejecutivo no acaparara todo el poder.
“Los partidos después de que ese IFE (hoy INE), con consejeros autónomos, los empezara a multar por sus reiteradas violaciones a la ley, lo que hicieron fue cambiar la forma en que se selecciona a los consejeros para que se volviera vehículo de transmisión de la voluntad de los partidos”. Explicó que esto lo plasma en el capítulo Instituciones, no personas del libro presentado.
Sobre la situación de violencia que prevalece en el país desde hace varios años, apuntó que “Calderón sacó al ejército a las calles por una razón, que es una hipótesis compartida por muchos analistas y que es eminentemente política, que era su falta de legitimidad, por las condiciones en que llegó a la presidencia. Sacó al ejército sin una estrategia clara, sin una noción de cuánto tiempo iba a durar. Después de 10 años de esta estrategia según las cifras hay más de 250 mil homicidios y más de 34 mil personas desaparecidas”.
“Tenemos a un ejército en las calles intentando cumplir con las labores que debería cumplir la policía. El ejército está en las calles porque no tenemos buenos policías, y no tenemos buenos policías porque el ejército está en las calles. Somos un país donde si eres víctima de un crimen a la última persona que le hablas es a un policía”, aseveró la autora.
Sobre el tema de la seguridad y la impunidad Dresser explicó que “la PGR ha sido utilizada durante años como instrumento de control político del presidente, como instrumento de persecución, no para la justicia. Esa disfuncionalidad de la PGR nos lleva a una de las batallas que nos falta por ganar, que debería ser la construcción de una fiscalía que sirva, que reemplace a esa PGR politizada, que sea independiente no sólo del presidente, también del poder económico, político y empresarial”.
“Este es un libro lleno de rabio y amor por el México maltrecho que hemos de rescatar, es un libro que es como una crónica del hartazgo, del enojo con la cleptocracia que se ha perpetuado en el poder, con los privilegios inmerecidos de muchos que han estado sentados cómodamente en la punta de la pirámide, en un país sofocado por la corrupción, amenazado por la violencia sin soluciones fáciles. Por sus páginas desfilan los años del desencanto, los años de la transición democrática que se truncó. Y cómo pasamos de ser de la dictadura perfecta al país del pillaje perfecto”.
Para finalizar, Dresser apuntó que pese a denunciar tantos aspectos negativos de la política nacional, el último capítulo esperanzador y llamado a asumir las batallas que nos faltan por ganar. “Es una carta escrita a un joven mexicano o a cualquiera que ame a su país, escrita con mis tres hijos donde regalo esas líneas en que convoco a los jóvenes a no darse por vencidos, a ser rebeldes, inquietos exigentes e intelectualmente libres”.