Oaxaca.-En tan solo cuatro días de operación más de 100 mil personas han visitado la residencia de Los Pinos acuerdo con Homero Fernández, coordinador de este proyecto.
Andrés Manuel López Obrador llegó al poder Ejecutivo y comenzó a cumplir sus promesas de campaña, una de ellas; no vivir en los Pinos y abrirlo al público. Al tiempo que tomaba protesta en la Cámara de Diputados como presidente de México, la Residencia Oficial abría sus puertas por primera vez en la historia a todos aquellos interesados en conocer la última morada como presidente de Enrique Peña Nieto.
Impresionantes candelabros, muros enormes, gran lujo en acabados, pisos, muebles y demás mobiliario es lo que a primera vista deslumbra en el que fuera el hogar de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera.
Para acceder a Los Pinos se debe pasar primero por un filtro de seguridad resguardado por la Policía Militar en el cual se revisan los bolsos, maletas o mochilas que cargue el visitante a través de la maquina de rayos X. Celulares, llaves, monedas, cinturones o cualquier objeto de metal debe depositarse en una bandeja y luego de pasar por el detector de metales los objetos son entregados a su propietario. Una vez dentro, las personas son recibidas por un gran letrero que tiene escrito “Bienvenidos”, al continuar, se camina por la calzada Presidentes, llamada así porque sobre el se encuentran las estatuas en tamaño natural de los ex presidentes de México, iniciando con Lázaro Cárdenas hasta Enrique Peña Nieto.
De estas figuras llama la atención que la correspondiente a Vicente Fox Quezada es la única que cuenta con una estatua extra, una niña con largas trenzas, ropa indígena y huaraches que abraza la pierna izquierda del presidente, mientras que él levanta la mano derecha formando la V de la victoria.
El lugar que habitaba Peña Nieto, lleva por nombre Casa Miguel Alemán, pues él la mandó construir. Terminada en 1952 y al puro estilo Francés, ésta construcción se convirtió en la Residencia Oficial del Presidente. Desde ese momento y hasta ahora, todos los que la han habitado han sido solo priistas, debido a que tanto Vicente Fox como Felipe Calderón prefirieron vivir en otra parte de los Pinos llamada, Las Cabañas, señaló, Homero Fernández. Ambos panistas convirtieron esta casa en casi 100 oficinas para servidores públicos de la Presidencia de la República. Enrique Peña Nieto volvió a acondicionarla como casa-habitación para él y su familia.
Mansión de gran lujo que desde la entrada impresiona a quien la ve por primera vez. Un enorme candelabro que pende del techo da la bienvenida a los asistentes, la enorme escalera tipo imperial refuerza la imponente vista del lugar en el que el color blanco de pisos y muros dan el toque de pulcritud y elegancia.
El recorrido lleva a los visitantes a conocer diversas áreas de la mansión tales como: La biblioteca José Vasconcelos, la Oficina Presidencial, una enorme sala de reuniones con una lujosa y amplia mesa de madera redonda y asientos de piel, un gran comedor, salas, y las oficinas. Al subir las escaleras se puede conocer uno de los lugares más íntimos que usó Peña Nieto y su esposa; la alcoba presidencial, la cual cuenta con un enorme closet, del tamaño de una casa de interés social en el que también se encuentra un lujoso y amplio baño. Sin embargo, esta y las demás habitaciones se encuentran vacías. Cabe señalar que en esta y todas las demás zonas de la casa tienen en sus entradas la leyenda “Así la recibimos” por orden del presidente López Obrador, explicó Fernández.