Salvador Hernández
Oaxaca.-Igual que Eduardo Galeano, también quise ser futbolista, pero al igual que el creador de “Las venas abiertas de América, Latina”, era un ‘palo´ en la cancha”. Sólo dos fracturas y varios desgarres, me hicieron desistir del “deporte del hombre”.
México ha sido reconocido por sus grandes deportistas, principalmente boxeadores, desde “El Ratón Macías”, hasta Cesar Julio Chávez, pasando por Rubén “El Puás” Olivares”, Chucho Castillo, “La Chiquita” Gonzáles, Carlos Zárate, Ultiminio Ramos, “Mantequilla” Nápoles, “El Zurdo de Oro” Vicente Saldívar, “Cabezón” Cabrera, sólo por contar algunos.
Muchos de ellos llegaron a conocer las mieles de la fama y el dinero, pero la mayoría terminaron en la pobreza, y hasta en el anonimato, provocado por alguna adicción. Los que se llevaron la peor parte, sin duda fueron los boxeadores. El paisano “Oaxaco Torres”, un chico carismático que prometía mucho, las adversidades lo hicieron andar por el camino equivocado. Una noche cayó herido de muerte, en manos de un policía despechado, en el cuarto de una trabajadora sexual. Su delito, defender a las “prostis” de los abusadores “cuicos”.
Estos dramas son producto de deportistas sin apoyo. Otro caso de abandono, fue el de “Kid Azteca”, pero ésa es otra historia. Aunque hay que subrayar, que todos sin excepción, llegaron a la cima por sus propios méritos.
Ni José Sulaimán, como presidente del Consejo Mundial del Boxeo (CMB) por más de 30 años; ni Joao Havelange con veinticinco años dirigiendo el futbol mundial, hicieron algo para que los otrora reconocidos deportistas tuvieran un retiro digno
Por otro lado, Ana Guevara, directora de la Conade señaló que: “Se mandó a los mejores y no a recomendados”, subrayando “Fue una labor titánica en estos ocho meses, mover al elefante reumático”. Como si la preparación de un atleta, se hicieran en sólo ocho meses; sin patrocinadores que voltearan a ver a los taekwondistas, l@s tirador@s de arco, los ciclistas o los participantes en atletismo, entre otras ramas y no solamente a los “ratoncitos verdes” del futbol.
A continuación, algunos ejemplos que salieron a la luz pública: “Chilo” Blancarte estuvo a unos metros de Laura, en la tribuna, ya que no fue designado por la Federación Mexicana de Atletismo y tuvo que asistir por otros medios.
“Son muchos años los que le ha dedicado, me ha dado la oportunidad de acompañarla y hemos descubierto que tiene un potencial tremendo”. Señaló el entrenador de la maratonista Laura Galván, Cecilio Blancarte Godínez.
De igual manera, fue decepcionante escuchar a las campeonas de nado sincronizado, en “Los Panamericanos”, que sólo llevaban un entrenador, cuando potencias como Rusia, llevan un entrenador por cada atleta, y hasta maquillista, ya no se diga médicos del deporte, masajista y todo un equipo de profesionales”.
Al igual que muchas personas -incluyendo los deportistas-, creo que los verdaderos héroes anónimos de este “hecho histórico en el deporte mexicano”, son los managers que a veces son los mismos padres u otro familiar; los apoyos económicos que recibieron de amigos o vecinos, y algún personaje famoso como Guillermo del Toro. Y no los directivos metidos a políticos. De todos modos, como dijera alguien “con apoyo o sin él, seguiremos adelante”.