Salvador Hernández.
Se prende el foco rojo de la emergencia ambiental, así lo manifiesta Víctor Manuel Toledo Manzur, Secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
A partir de las concesiones dadas por los gobiernos neoliberales del PRI y Acción Nacional, tanto de playas, pozos, ríos, y sobretodo, mineras -sólo en Oaxaca hay más de 120 concesiones-, la contaminación se ha extendido en varias entidades del país…el interés económico y desarrollista, anteponiéndose al de las comunidades y los ciudadanos en general, ha encendido los focos rojos del medio ambiente. La relajación de las leyes y nula defensa para proteger nuestro Patrimonio Cultural de las dependencias federales, se han vuelto verdaderos escándalos.
Tal es el caso de la subasta de noventa y cinco piezas arqueológicas, principalmente de la cultura maya, teotihuacana, olmeca y del Estado de Guerrero que la galería francesa Millon Drouot remató este d 18 de septiembre. Y a lo que las autoridades sólo se limitan a decir que “poco se puede hacer desde el ámbito legal”.
¿Por qué dicen esto los del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)? ¿Será que les importa muy poco el Patrimonio Cultural de la Nación?; ¿será que a algunos de sus antropólogos, les parece una bicoca?
El gobierno – o su representante-, mexicano solo manifestó “una condena”. Otra vez los indígenas, han sido los protectores de las zonas arqueológicas, muchas veces hasta desde el mismo INAH, creando sus propios museos comunitarios. Esto no debe quedar en una “condena.
En el caso de la francesa Florence Cassez (acusada de tres secuestros), el mismo presidente Nicolas Sarkozy intervino para liberarla de la justicia mexicana. Guatemala por su lado, sí exigió que no se vendiera una pieza, propiedad de los guatemaltecos Evitando que los mercaderes franceses lo hicieran.
Por otro lado, Toledo Manzur señaló que “la contaminación del agua, el tema histórico de la tala inmoderada de árboles, en muchos lugares y, de manera especial, los megaproyectos. La minería, los gasoductos, la extracción petrolera, las termoeléctricas, los proyectos carreteros, turísticos, los desarrollos habitacionales, los transgénicos, que, en el caso de la soya, afecta a los productores de la miel. Hay muchísimos. La situación es muy preocupante”.
De la Cuarta Transformación, es uno de los pocos secretarios que ha sido congruente con su trayectoria ambientalista, advirtiendo que, de no hacerse las consultas a las comunidades indígenas, de acuerdo al Convenio 169 de la OIT, va a haber mucha resistencia. Sólo para el tren Maya, “se tiene contemplado siete polos de desarrollo…en el caso del Transístmico, se planean hacer diez polos de desarrollo industriales y dos petroleros”. Uno en Salina Cruz y otro en Coatzacoalcos.
Entonces nos hacemos las mismas preguntas de siempre. ¿En qué han cambiado los saqueadores y los saqueados de la época colonial? ¿Seguimos siendo una colonia de los países del primer mundo? Porqué en sus países no está permitido el fracking y aquí sí. Sus ríos están limpios y son navegables y, en México el Atoyac, Papaloapan, el Lerma, Sonora, son basureros de desechos tóxicos. La riqueza de México no sólo está en sus bordados y zonas turísticas, y por supuesto que habrá resistencia, en el sur- sureste del país.
Recuerdo cuando el exgobernador Heladio Ramírez López, -por cierto, uno de sus familiares anda por ahí, chambeando en el cambio-, que juraba y ´perjuraba que el proyecto turístico de Huatulco sería primero para los oaxaqueños, Años después, me encontré a Cástulo el pescador, oriundo de Santa Cruz Huatulco; y al preguntarle en qué trabajaba, me respondió que limpiando lanchas, por lo menos le iba mejor que a sus amigos, ya que a ellos los empleaban como afanadores de hoteles de lujo. Al personal calificado, lo traían del extranjero.
Así que los custodios de siempre, los originarios de las comunidades, sabrán que decidir con sus recursos naturales. Por lo pronto, el titular de la SEMARNAT, ya dio el primer aviso de peligro.
Para terminar, cabe señalar que las invasiones ya no se dan con bombardeos ni intervenciones militares, cuando no es necesario, sino con la infiltración o imposición de gobiernos aliados de las trasnacionales destructoras. Jair Bolsonaro es un claro ejemplo que la política neoliberal, cínico se niega a mover un dedo para evitar catástrofes como el incendio de la amazonia, incluso acusar a los ambientalistas que se oponen a sus proyectos “desarrollistas”.
“Documentos filtrados por la organización Open Democracy revelan que Bolsonaro buscaba sabotear los esfuerzos de conservación de la Amazonia al impulsar la construcción de puentes, carreteras y plantas hidroeléctricas en zonas protegidas, en oposición no sólo de los pueblos originarios que habitan en la región, sino de la comunidad internacional sumiso e indiferente a los desastres ecológicos”. Fuente: “Europa Express” y “The Independent”