Oaxaca,.Una de las múltiples tradiciones que el estado de Oaxaca presume son sus talleres gráficos, que abundan, no sólo por las calles del centro histórico de la ciudad de corte colonial; en escuelas, y en los pueblos más recónditos de este estado situado al sur de México. El dibujo, los grabados, el grafiti y el olor a tintura son simplemente una manera de vivir.
Esta escuela de lo pictórico se materializó y fortaleció entre los años 1920 a 1930 con el encumbramiento del expositor y representante más recurrido de las artes visuales en México, el maestro Rufino Tamayo, quien apadrinó y aleccionó en su momento a un joven lúcido y talentoso: Francisco Toledo.
Luego Toledo haría escuela, al fundar el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) conjuntamente con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), el gobierno del estado de Oaxaca y la Asociación Civil José F. Gómez.
En sus pasillos, la maquinaria para imprimir, exposiciones y en icónicas estancias para turistas, estudiantes y curiosos, como es el patio techado de enredaderas de este mismo instituto, han desfilado talentosos oaxaqueños desde hacía tres décadas desarrollando un estilo inigualable.
En entrevista, el pintor Emilio Payán, nuevo director del Museo Nacional de la Estampa (Munae), compartió con El Economista las motivaciones de rendir homenaje al trabajo de los artistas visuales en Oaxaca con la muestra El arte gráfico contemporáneo en Oaxaca y Maestros oaxaqueños. Celebrando 30 años del IAGO, además de las próximas exposiciones que albergará el espacio que se ubica en la Plaza de la Santa Veracruz en el corazón de Ciudad de México.
El Museo Nacional de la Estampa creció junto con el IAGO, tienen la misma edad prácticamente. Tienen una diferencia de edad de tres años. Nosotros tenemos 33 años y el IAGO cumplió 30. Pero principalmente el motivo es la celebración de esos primeros 30 años, y es un trabajo que ha hecho el maestro Toledo, bajo su tutela y visión. Nosotros hemos tratado de sumarnos con júbilo a esta celebración.
Son 100 artistas oaxaqueños y más de 200 obras, es una magna exposición de lo más representativo de esta gráfica, no sólo a nivel local, sino a nivel nacional. Es una gráfica de primer nivel, de excelencia. Los artistas trabajan magistralmente los grabados, trabajos en el muro, estencil, serigrafía, el aguafuerte, la punta seca, el buril y el gran formato. Entre estos 100 artistas trajimos cuatro colectivos. De hecho la exposición se redujo porque era muy grande, en Oaxaca era de 280 piezas y sólo trajimos 200, pero la idea sí es celebrar junto con el IAGO y vincularnos con los artistas oaxaqueños y hacer una celebración de la gráfica en México que tiene una tradición de muchos años.
¿La curaduría sigue siendo la misma que en la exposición en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) en Oaxaca?
La curadora es Deborah Caplow y ella hizo la selección reducida para traerla a este espacio, pero la línea es la misma. En la exposición hay una parte que son las raíces de Oaxaca. Hay otra parte que es la política. Los maestros oaxaqueños consagrados como Sergio Hernández, Francisco Toledo y Rufino Tamayo. Lo mismo que se expuso en Oaxaca lo trajimos aquí, pero aquí es muy impresionante verlo fuera de contexto. Cuando lo ves fuera de su casa cobra otro sentido y más fuerza. Esta exposición permanecerá vigente hasta el 14 de julio de este año.
Después de esto es difícil, pero tenemos contemplada una exposición por el natalicio de Zapata, también muy importante. Ahí habrá un diálogo entre la colección del museo con la presencia de grabados de Posada y Leopoldo Méndez, que expresaron todo el tema revolucionario con el arte contemporáneo de artistas jóvenes que están trabajando este tema para el 1 de agosto, además de una exposición sobre la comunidad chicana con la colaboración del artista istmeño Demián Flores.
Con nformacion de katia.Nolasco/ Eleconomista.mx