Así lo anunció hoy el propio Trumka en un desayuno de trabajo en Washington con un grupo reducido de medios de comunicación, entre ellos Efe.
“Anuncio hoy que lideraré una delegación de líderes sindicales de EE.UU. a México el próximo miércoles para reunirnos con el presidente López Obrador. Ha sido amigo del movimiento obrero y creo que está actuando de buena fe, pero queremos compartir algunas preocupaciones directamente con él”, argumentó Trumka, cuya plataforma sindical es la más grande del país.
El líder de AFL-CIO explicó que si México “no puede garantizar” la capacidad de los trabajadores de negociar salarios más altos o crear sindicatos “libres y democráticos”, el Congreso de EE.UU. no debería ratificar el T-MEC.
“Necesitamos que México garantice a los trabajadores sus derechos sobre nóminas y sindicatos democráticos y libres. Si eso no sucede, los trabajadores en Norteamérica continuarán sufriendo”, señaló.
En sus declaraciones, Trumka criticó que México “ha mantenido durante años los salarios extremadamente bajos de manera artificial”, gracias en parte a su legislación laboral y el poder de las autoridades públicas dentro de los sindicatos.
La comitiva liderada por Trumka, que contará con representantes de los sectores de la construcción, sector público y transporte, entre otros, se reunirá con López Obrador, con la secretaria mexicana de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, con la secretaria de Economía, Graciela Márquez, con grupos de trabajadores y con senadores.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, pronosticó el pasado domingo que el Congreso estadounidense ratificará “en el próximo mes o dos” el T-MEC, a pesar de que la oposición demócrata asegura tener todavía reservas sobre el pacto.
El T-MEC fue suscrito el pasado diciembre para sustituir al actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994, pero hasta ahora solo México ha ratificado el nuevo pacto.
El presidente Donald Trump y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se reunieron en días pasados en los márgenes de la cumbre del G7 y hablaron sobre cómo lograr que sus respectivos parlamentos aprueben el pacto comercial.