Ciudadania Express
Viernes 30 de agosto, 2019. 12:09 pm

Crónicas y Vericuetos/ Los paradigmas deben cambiar

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Crónicas y Vericuetos/ Los paradigmas deben cambiar
Por:Salvador Hernández.
Oaxaca.-Los países tienen el derecho a que se les respete su soberanía. Pero también los seres vivos, tienen el derecho a los beneficios que produce la Naturaleza, esenciales para su sobrevivencia, aun, cuando estén enmarcados dentro de un determinado territorio. 
El oxígeno, elemento vital, no debe estar en manos de gobiernos neoliberalistas y fascistas, que sólo buscan saciar sus intereses. Por lo tanto, la selva Amazónica, debe considerarse Patrimonio Común Universal. 

Por lo tanto, deben surgir nuevos paradigmas: la luz solar, oxigeno, agua…, necesarios para todo ser viviente, deben ser parte de un Patrimonio Común, en el sentido más estricto; si la gastronomía, arquitectura, las artes o la arqueológica, son compartidas por su belleza y autenticidad; de igual manera, los elementos necesarios para el equilibrio ambiental, deben ser compartidos y protegidos por todos los seres humanos.

 En la era de la globalización, no solo la comunicación y la economía son parte de aquella, los desastres naturales o inducidos que ocurren en un determinado país, repercuten en otros: huracanes, terremotos, tsunamis o deshielos, por dar unos ejemplos. 

Las causas, provocadas por la mano del hombre: urbanizaciones mal planeadas, explotación descontrolada de los recursos naturales, tanto por empresas automotrices, como mineras, refresqueras, cerveceras, entre otras.  Para beneficio de unas cuantas personas, mermando los ciclos naturales  del planeta. Contaminando despiadadamente la atmósfera, mares, ríos ...
Sin el consentimiento, de sus protectores naturales ¡Los habitantes de los pueblos originarios!; provocando el rechazo de ecologistas y millones de personas en el mundo. 
En los nuevos paradigmas, la vida debe ser una prioridad. Los “pulmones” naturales deben ser protegidos, preservados y enriquecidos por organizaciones internacionales, sin afanes de lucro.

Sobre todo, donde existen reservas ecológicas, y éstas corran el peligro de perderse por gobiernos negligentes o depredadores. Cómo el caso del gobierno de Jair Bolsonaro. 
En el diario “La Jornada” Ángel Guerrero Cabrera, señala: En los incendios de “…la Amazonia brasileña, hay dos cuestiones evidentes. Primera, la deforestación y los incendios asociados forman parte de la extracción de recursos naturales y destrucción de la naturaleza típicos del capitalismo, incrementados en la actual etapa neoliberal de capitalismo por desposesión, muy extendidas y acentuadas en las áreas del mundo ricas en recursos naturales y hogar de pueblos originarios. Brasil, con más de 3 millones de kilómetros cuadrados de selva tropical, alberga 60 por ciento de la Amazonia, que se extiende a otros siete estados sudamericanos y aporta 20 por ciento del oxígeno de la Tierra…”

En nuestro país, es inaceptable que organizaciones “ecologistas”, instituciones gubernamentales no se hayan pronunciado en contra de los incendios provocados en la amazonia de Brasil y Bolivia. Y en el ámbito más cercanos: profesores, militantes de partidos “progresistas”, y representantes del gobierno en turno. Ante algo, que inminentemente nos afectará a tod@s, seamos o no indígenas. No debemos anteponer el desarrollismo, en detrimento de la Pachamama o  Madre Tierra, como les llaman los pueblos originarios a sus máximas deidades.

El escritor Luis Villoro, señala que: “Los pueblos indígenas proponen otra visión del mundo y un nuevo contrato social para resolver las problemáticas del país y globales, el cual se basan en tres puntos: la preservación de los ecosistemas, la organización comunitaria y la defensa de la soberanía nacional”

Los incendios de enero de este año a la fecha, superó a todos los años anteriores con 72,800 focos de incendio 

En un memorable discurso en 1992, Fidel Castro Ruz, señaló. ”no más transparencia al tercer mundo, de estilos de vida y hábitos de consumo que arruinan el medio ambiente. Utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido. Desaparezca el hambre y no el hombre”

No esperemos, a encumbrados que decidan cuándo actuar; como un enfermo necesita con premura su medicina, o un pueblo que está siendo masacrado, necesita inmediata atención. No hagamos esperar, a esos seres vivientes que, aunque vulnerables, mucho han dado a nuestro planeta. Aquí y en cualquier lugar del mundo donde ocurran estos ecocidios, debemos actuar.
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