Oaxaca.-En la mesa pública de análisis Convivencia Escolar y Reglamentos Escolares en Educación Media Superior, la consejera de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle, afirmó que educar para convivir, para vivir juntos, como decía Delors, es sin duda una función de la escuela. Es base para la democracia, pero también para la paz. Es la mejor forma de prevenir la violencia y de educar para combatirla.
Conocer cómo están nuestros planteles en materia de ambiente de convivencia en las interacciones entre pares y con los docentes, y cómo estas escuelas regulan y sancionan las faltas a la misma, es de gran importancia para entender estas condiciones y para generar recomendaciones que permitan mejorarlas, y con ellas, sin duda, los aprendizajes, comentó.
Schmelkes del Valle dijo que esperan que la instancia que sustituya al INEE continúe realizando estudios y evaluaciones como los presentados, pues son indispensables para comprender mejor el sistema educativo y para, consecuentemente, contar con mayores elementos para su mejoramiento.
Finalmente, informó que los dos estudios dados a conocer en esta mesa pública son derivados de una de las evaluaciones anuales importantes que realiza este Instituto, la de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje (ECEA), en este caso de los planteles de educación media superior (2017), referidos específicamente a la dimensión de convivencia.
Al presentar los resultados del estudio La convivencia escolar como condición básica para la enseñanza y el aprendizaje en los planteles de EMS en México, el director de Evaluación de Recursos y Procesos Escolares del INEE, Adán Moisés García Medina, señaló que los estudiantes de este nivel escolar reportan que el sistema de sanciones de los reglamentos escolares tiene un carácter predominantemente punitivo.
En este sentido, dijo que también se observan aspectos que limitan las oportunidades para formar a los alumnos en el desarrollo de competencias para el manejo del conflicto. Estos reglamentos sancionan la falta, pero no contribuyen a su formación pues no les ayudan a comprender el daño que causan a otros y no establecen medidas para reparar las consecuencias de sus actos, subrayó.
Destacó que la formación de los jóvenes como ciudadanos pasa ineludiblemente por la formación de capacidades para aceptar, dialogar y enriquecerse con la experiencia de los otros.
Luego de comentar que esta tarea requiere de espacios y de la posibilidad para expresar, de manera respetuosa y con argumentos sólidos, sus desacuerdos, informó que los resultados resaltan que en los planteles de EMS faltan acciones dirigidas a la inclusión que permitan interesarse por conocer las opiniones y necesidades de los estudiantes en lo académico y personal.
Ante la situación que prevalece en los centros escolares de educación media superior con respecto a la convivencia escolar, García Medina recomendó transitar de una visión centrada en el castigo de los reglamentos escolares y de las medidas disciplinares, hacia una visión formativa basada en la mediación y en prácticas restaurativas que ayuden en la solución de conflictos.
Al presentar el estudio Análisis de Reglamentos escolares en educación media superior, Cecilia Fierro Evans, investigadora de la Universidad Iberoamericana (Campus León), afirmó que se entiende a la convivencia escolar como aprender a vivir juntos, lo cual refiere a los procesos cotidianos de construcción de relaciones pacíficas duraderas entre los miembros de la comunidad escolar, a través de prácticas pedagógicas y de gestión: inclusivas, equitativas y participativas, que promuevan un manejo dialógico del conflicto.
Resaltó que el enfoque de autorregulación en los reglamentos escolares promueve que, en un momento de conflicto, los alumnos sean invitados a reflexionar y a asumir compromisos para manejar su enojo, con vistas a controlar su comportamiento en función de las necesidades y acuerdos sociales vigentes.
Finalmente, dio a conocer que 35% de los reglamentos escolares existentes en la educación media superior tiene una tendencia punitiva con elementos de autorregulación, 34% una disposición a la autorregulación, 19% un carácter punitivo basado en el arbitrio de la autoridad y 6% son netamente punitivos.