Oaxaca.-El Día de la Libertad de Prensa deja un sentimiento amargo al observar la situación del periodismo en el mundo. Y Latinoamérica no manda señales positivas al respecto. La inseguridad y el autoritarismo están en el centro de las preocupaciones.
Este jueves 2 de mayo, en México, Telésforo Santiago Enríquez fue asesinado a balazos. En vísperas del Día Internacional de la Libertad de Prensa celebrado por las Naciones Unidas, el fundador de la radio comunitaria Estéreo Cafetal, que emite en el sureño estado de Oaxaca, se convirtió en el octavo periodista asesinado durante el mandato Andrés Manuel López Obrador, y en el número 55 desde 2012, en un país que acumula también 2.347 agresiones contra los medios de comunicación desde ese año.
Así que el ejercicio periodístico se convierte cada vez más en una tarea de alto riesgo en México, en particular en los territorios bajo la influencia de las mafias que logran a menudo infiltrarse en las instituciones claves. “Si los periodistas cubren temas relacionados con la corrupción de las autoridades (sobre todo los gobiernos locales) o con el crimen organizado, padecen intimidaciones, agresiones, pueden ser asesinados a sangre fría”, denuncia Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su último reporte.
A nivel regional, Nicaragua fue el país que más retrocedió. A raíz de la crisis sociopolítica que estalló en abril de 2018 se ha observado una mayor represión del Gobierno contra la prensa. RSF lamenta las "campañas de acoso, de detenciones arbitrarias y de amenazas de muerte", mientras sucedían la movilizaciones en contra de Daniel Ortega.
Roberto Rock: "la libertad de prensa está bajo acoso permanente"
Una región en declive salvo unas excepciones
Una situación que contrasta con la de su vecino, Costa Rica, que tiene una puntación aún mejor que las de países como Francia o Alemania. Junto a Jamaica y Uruguay, la nación tica constituye la "excepción" de América Latina y el Caribe, ya que los demás, suelen estar empeorando.
En Colombia, la presidencia de Iván Duque, que inició desde agosto del año pasado, "no ha dado señales que permitan pensar que la situación de la libertad de prensa en el país mejorará", señala RSF, debido a que las diferentes presiones sobre los periodistas son constantes, manteniendo a Colombia como "uno de los países más peligrosos del continente para la prensa".
Por su parte, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) realizó un mapeo que resalta la ausencia de cualquier información en la mayor parte de los territorios colombianos. "En 666 municipios, donde viven más de diez millones de personas (…) los habitantes no tienen acceso a contenido local", resalta la ONG, que recuerda también que 106 emisoras públicas son controladas por el Ejército, la Armada o la Policía.
La ardua tarea de informar en países en conflicto
Además, permanecen las secuelas del asesinato del equipo periodístico del diario ecuatoriano 'El Comercio' en el sur de Colombia, en abril de 2018. Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra fueron asesinados por disidentes de la extinta guerrilla de las FARC, lo que demostró, si hacía falta, el peligro que corren los periodistas al trabajar en zonas que cuentan con presencia de bandas criminales. La FLIP contabilizó a 158 comunicadores asesinados en el país desde 1938.
Al mismo tiempo, en Venezuela, RSF encausa el "interminable autoritarismo" del Gobierno de Nicolás Maduro, con una creciente violencia de los servicios de inteligencia contra los periodistas, pero también un peso arbitrario de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones que corta a su gusto la difusión de radios y canales.
A nivel global, los datos de RSF señalan que tan solo el 9% de la población vive en un país donde la situación de la prensa es "satisfactoria". Mientras que la situación de muchas naciones como Cuba o China permanece estancada debido a los cerrojos de sus sistemas, otras, como Turquía o Egipto fueron objeto de una caída libre durante los últimos 12 meses.