Oaxaca.-La escritora y activista etíope Maaza Mengiste participó en la 39 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), en la actividad Bajo la mirada del león: mujeres y revoluciones, donde fue entrevistada por la autora mexicana Gabriel Jáuregui acerca de su trabajo y la forma en que su historia personal lo ha marcado.
 

               
Radicada actualmente en Estados Unidos, Mengiste vivió durante su infancia la revolución en Etiopía, la cual narró, afectó a todos los habitantes de su país pues no había familia sin al menos un muerto, encarcelado o desaparecido. Entre sus recuerdos más vívidos están los soldados apostados en las calles o entrando a las casas a intimidar o arrestar.
               
La autora contó que pese a lo memorable de estas situaciones, su familia se negaba a contarle sobre lo sucedido ya de adulta. Ante esto, resolvió emprender investigaciones propias sobre lo sucedido en Etiopía, las cuales derivaron en sus libros, que en formato de novela histórica ubican la trama en aquel país en momentos de conflicto armado.
 

               
“La ficción es una forma de contar la historia, sobre todo la historia ignorada. Porque lo que conocemos como historia también es ficción, porque son narrativas hechas por seres humanos que olvidan y omiten a veces a conveniencia”. Ejemplificó con su bisabuela, la cual tomó las armas para ir a pelear a la guerra. Esto no aparecería en libros oficiales.
               
Sobre el mismo tema de las historias oficiales, apuntó “cada nación tiene sus mitos y leyendas y es eso lo que forma la identidad nacional. Es deber de los escritores cambiar esto”. Dijo que la identidad con base en estas narrativas es buena pero puede ser también perjudicial porque crea imágenes desfavorables de personas y grupos, por ejemplo, de los migrantes. “Cuando se habla de ellos se les despoja de humanidad y se deja sólo lo negativo”.
 

               
En los libros de Mengiste es constante la guerra y el conflicto. Al tocar el tema del poder, la etíope mencionó que éste “es como una cerca invisible mantenida por el mito de la ley, el miedo y la censura”. Al respecto dijo que ella estuvo tentada a autocensurarse durante el proceso electoral estadounidense donde contendió Donald Trump, debido al discurso de odio contra los extranjeros como ella. 
               
Sobre el papel de las mujeres en sus historias y en los conflictos armados en general, apuntó que siempre resultan las más afectadas. Instó a eliminar la situación de violencia de género. “Vivimos en un mundo que no es seguro, que no está construido para las mujeres. Debemos cambiar eso”, concluyó.