Originario de Valles Centrales, Rigo, como lo conocen sus amigos, fue detectado con un tumor germinal de difícil abordaje en 2017, desde entonces Janet Araceli, su madre, ha ido y regresado al nosocomio cientos de veces con él, y lo único que siente hacia el personal es gratitud; “desde enfermeras, doctores, con todos, porque si no es por ellos ahorita mi hijo no estaría dando este paso”, dijo.

Y es que gracias al programa “Sigamos aprendiendo en el hospital” Rigo pudo continuar con sus estudios de secundaria y ahora inicia su bachillerato, por lo que el personal médico y de enfermería, también otorgó un reconocimiento al director del plantel, “por su disposición como institución incluyente en el marco y modelo de reinserción educativa en pro de la comunidad oaxaqueña”.

En representación del director del hospital de la niñez, Efrén Jarquín González, el médico Alejandro López Bautista reconoció el esfuerzo y coraje de Rigo para seguir adelante día con día a pesar de su complicado diagnóstico, y agradeció al director de la escuela, Jesús López Cervantes, por el apoyo y respeto incondicional con los sectores vulnerables, para que continúen sus estudios.

Asimismo, la terapeuta en rehabilitación oncológica, Lucia Rocha Hernández aplaudió la valentía de Rigoberto ya que su enfermedad le impidió controlar el cuello, incluso no podía ni abrir los ojos, no podía sentarse, desarrolló una dolorosa sintomatología de la enfermedad, sin embargo, el amor de su familia y el apoyo del hospital han sido fundamentales para superarla.

Él continuará en vigilancia hasta superar el cáncer, mientras tanto, fue recibido con aplausos y sonrisas en el grupo 104, después de que sus compañeros escucharan su historia de coraje y ser un ejemplo de vida.

Cabe señalar que a la entrega de ambos reconocimientos asistieron el responsable del área “Sigamos aprendiendo en el hospital” Hermenegildo Martínez Herrera, y la profesora del mismo programa, Diana Ramírez García, el terapeuta, Alberto Segura Cervantes, el coordinador de la preparatoria, Marcelo García García y el profesor de inglés, Yared Narino Vásquez.