Oaxaca.-Con la participación de Angelina Muñiz-Huberman y Carolina Moreno se inauguró el ciclo Diálogos en femenino con Alfonso Reyes con el tema Alfonso Reyes, exilios y vanguardias, el primero en la modalidad virtual que organiza la Capilla Alfonsina, a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
La investigadora Beatriz Saavedra, quien fungió como moderadora, abrió el panel al comentar que la contribución de Alfonso Reyes como teórico de la realidad histórica se situó entre 1906 y 1924, que corresponden a las dos etapas de su formación literaria en México y en España.
“Para Reyes volver al humanismo y a la tradición se convirtió en la vanguardia; una urgencia de explorar lo americano porque el continente hasta ese momento no tenía voz. Escribe Visión de Anáhuac lejos de la tierra natal en un periodo de revitalización propia y de una comunidad artística cambiante”, dijo.
En el marco de la campaña “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura, en su intervención, la escritora Angelina Muñiz-Huberman habló sobre el intercambio epistolar entre el Regiomontano universal y la poeta española María Zambrano, ambos en su condición de exiliados de México y España, respectivamente. “Conocerán el sabor agridulce de quien se ve obligado a abandonar su patria; por un lado, el agradecimiento del país receptor, por el otro, el ser señalado como ‘extraño’”, reflexionó.
La autora de La pausa figurada (2006) y quien ha escrito poesía, narrativa y ensayo se centró en la obra de Zambrano La tumba de Antígona (1967), “por representar la conciencia del exilio, ya que en la mitología griega fue Antígona quien condujo a su padre Edipo al destierro y los pasos de quienes se quedan sin tierra, que son débiles, que están marcados y quedan en lo oculto del corazón”. Mientras en Alfonso Reyes, dijo, “fue Visión de Anáhuac (1917) que le permitió ver, desde lejos y desde su corazón, cómo es su país de origen”.
La doctora en literatura, Carolina Moreno con su intervención El filólogo Alfonso Reyes en España, refirió las dos etapas de su paso por el país ibérico: la primera entre 1914 y 1919, en la que se sostiene solo a través de “la pluma” y “en pobreza y libertad” -como el propio Reyes expuso-; y la segunda, entre 1920 y 1924, periodo en el que se reintegra al servicio diplomático de la delegación mexicana en Madrid.
Destacó la madurez intelectual que el autor de Ifigenia Cruel (1924) adquirió a los 37 años y, tras su exilio, reflejada en creaciones como Cuestiones estéticas (1911) y Cartones de Madrid (1917); en poesía Huellas (1922); en periodismo Retratos reales e imaginario (1920), y en la traducción de personajes como Stéphane Mallarmé, G. K. Chesterton y Robert Louis Stevenson, entre otros.