Nellie Happee, referente artístico en la danza de México

Oaxaca.-La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Compañía Nacional de Danza, en el marco de “Contigo en la distancia”, conmemoran el 90 aniversario y los 70 años de trayectoria artística profesional de quien es uno de los referentes en la danza de México: la maestra Nellie María Elena Happee Zamora.

Nellie Happee, bailarina, coreógrafa, maestra y metodóloga, es pilar en la formación de las actuales generaciones de bailarines y de coreógrafos, pero también en la formación de niñas y niños, así como de jóvenes en la disciplina de la danza.

Su abuela confeccionó el tutú con el que la fotografiaron por primera vez en una de las terrazas del Palacio de Bellas Artes. Inquieta y amante del baile, la coreógrafa emérita tuvo su primer acercamiento a la disciplina a los 5 años de edad, cuando aprendió a bailar El jarabe tapatío y la rumba. 

Nacida en la Ciudad de México el 2 de julio de 1930, una de sus primeras maestras fue Estrella Morales, discípula de Isadora Duncan y bailarina que dejó huella en la danza nacional. Con ella estudiaba en el último piso del recinto de mármol, donde en ese entonces se encontraba la Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello. Posteriormente fue alumna de otra institución del INBAL: la Academia de la Danza Mexicana (ADM).

Conocida en la escena artística como Nellie Happee, estudió con otras grandes figuras: Nelsy Dambré y Xavier Francis, en México, Bronislava Nijinska, en Estados Unidos, y Liubov Yegórova, en Francia, quienes no solo la instruyeron técnicamente, sino que además la ayudaron a enriquecer su visión personal y artística.

Bailar por placer

Pese a que su estatura se perfilaba como un obstáculo para sobresalir en el ámbito dancístico, fue su indudable pasión la que la hizo “luchar por ser parte de este mundo que me llevó a vivir la mejor de las vidas”, ha comentado en alguna ocasión.

Entregada y comprometida con su quehacer, fue solista del Ballet Mexicano de Bellas Artes, bailarina y coreógrafa del Ballet Independiente, integrante del Consejo Técnico Pedagógico de la ADM y, durante 10 años, profesora de prácticas escénicas en la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del INBAL.

Como asistente de Amalia Hernández, de 1965 a 1969, participó en las giras que el Ballet Folklórico de México realizó por Estados Unidos, Canadá, la antigua Unión Soviética, Australia y diversas naciones europeas.

Cofundó y dirigió el Ballet de Cámara y el Ballet Clásico 70, compañías dedicadas a la difusión de obras clásicas y contemporáneas. En 1963 cofundó el Ballet Clásico de México, hoy Compañía Nacional de Danza, en donde se desempeñó como miembro del Consejo Directivo, artista huésped, coreógrafa y, de 1989 a enero de 1991, directora artística.

Diamante nacional e internacional

Su legado se compone por más de 50 obras: Carmina Burana, ¡Esquina bajan!, Trío, Sinfonía simple, Aída, Sansón y Dalila, Cuarteto, Marejada, La favorita, La flauta mágica, Encuentro y La Güera Rodríguez, creaciones para la Compañía Nacional de Danza y los ballets de la Ciudad de México y de Monterrey, así como para el Nacional de Cuba y el de Guatemala, entre otras reconocidas agrupaciones mexicanas y extranjeras de danza y ópera.

Cabe recordar que las coreografías Carmina Burana y ¡Esquina bajan! se pueden disfrutar en la plataforma Contigo en la distancia y en el canal oficial del INBAL en YouTube.

Respecto a Carmina Burana, se trata de la función que en 2018 se presentó en el máximo recinto cultural del país con la participación especial de la soprano Cynthia Sánchez, el tenor Hugo Colín, el barítono Josué Cerón, el Coro del Teatro de Bellas Artes y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la batuta del maestro Srba Dinic.

¡Esquina bajan! es una coreografía: Nellie Happee, con música de Agustín Lara, Alfredo Gil, Jerry Gray, S. Garris, S. Oliver, Jacob Gade, Vera Bloom, Dámaso Pérez Prado, Alberto Domínguez, Aniceto Díaz y Armando Pérez.

Reconocimientos

Ha sido galardona con el Premio Anual de la Unión Mexicana de Cronistas de Teatro y Música: en 1961 por Trío, en 1988 por Carmina Burana y en 2000 por sus 50 años de trayectoria dedicada a la danza; la medalla Una vida en la danza del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón del INBAL, en 1988; la medalla al mérito Blas Galindo, en 1996; el Premio Guillermina Bravo por su trayectoria profesional, en 1997; el premio Lunas del Auditorio en la categoría de danza moderna por Carmina Burana, en 2005 y 2019, y ¡Esquina bajan!, en 2007, y el premio Dalia de plata en reconocimiento a la calidad y trayectoria, en 2010.

En 1977 fundó la Academia de Bellas Artes de la Legión de Honor Nacional y en 2003 fue reconocida como creadora emérita del Sistema Nacional de Creadores de Arte.