Guía divina: Ángeles y palabras

Isela Solano

Oaxaca.-Recuerdan el drama teatral y metafísico de Samuel Becket, en días felices, cuya única protagonista aparece en un monólogo contestándose preguntas imaginarias.

En el primer acto: aparece hundida en la arena hasta la cintura. En el segundo y último acto: aparece enterrada hasta el cuello, pero sin disminuir el tono y la intensidad del monólogo, hasta que desaparece tragada por las arenas movedizas del futuro.

Esto parece ser una alegoría del hombre moderno, quien parece querer olvidar los peligros que no puede ignorar tratando de darse valor con su bullicioso monólogo saturado de licor, placeres, mentiras, robos, violencia, egos, mientras se lo devoraba el agujero negro del porvenir.

Atravesando por un camino confuso y oscuro en soledad, porque díganme ustedes dónde están los líderes religiosos que tienen el don de la curación, o los grandes capitales que pueden comprar todos los insumos para esta pandemia, pues a la hora de la verdad todos están resguardados, pero sin cesar su monólogo, nos siguen bombardeando con información cruzada, solamente eso.

La perspectiva es sombría, serios peligros nublan el horizonte de la civilización, el temor y la confusión se adueña de la conciencia del hombre moderno; en este caminar, ya las doctrinas filosóficas y los sistemas religiosos parecen haberse agotado.

¿Hacia dónde va el mundo?

¿Será el primer jinete apocalíptico desatado?

Estos son nuestros temores, pero todo tiene un propósito; el Creador del Universo y sus ángeles nos llevarán a Puerto Seguro, nuestro Creador conoce el fin desde el principio, y nos envía a sus ángeles para no ir por la vida confiando en conjeturas y manejando a ciegas cuestiones que superan la capacidad y la condición humana.

Confiemos en que nuestro Creador y sus ángeles saben dónde llevarnos, porque el que revela los misterios, ya ha revelado lo que ha de acontecer.

"El Creador del Universo y sus ángeles nos llevarán a Puerto Seguro, nuestro Creador conoce el fin desde el principio, y nos envía a sus ángeles para no ir por la vida confiando en conjeturas y manejando a ciegas cuestiones que superan la capacidad y la condición humana".