Oaxaca.-Apenas en junio la indígena ayuujk, Zenaida Pérez Gutiérrez, se encontraba en su comunidad, en Santa María Tlahuiltoltepec, en la sierra norte del estado de Oaxaca, dispuesta a realizar las labores de siembra de la milpa, cuando sus compañeras la animaron a pausar las labores comunitarias para participar en el proceso para presidir el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
La hoja de vida de Zenaida, quien también es licenciada en Ciencias de la Comunicación, con posgrado en Género y Comunicación por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí de la Habana, en Cuba, es parte de los nueve perfiles impulsados por el Frente Plural Mujeres Indígenas por la Titularidad del Conapred, una alianza de organizaciones civiles constituida el pasado 21 de junio.
Este frente surgió tras la renuncia de Mónica Maccise Duayhe como presidenta de esta órgano y después de que el 16 de junio el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo: “yo propondría una mujer representante de los pueblos indígenas porque los más humillados de México, los más vilipendiados, los que han padecido más el racismo en México han sido los indígenas. Entonces, me gustaría que ese cargo estuviera representado por una mujer indígena”.
Después de la declaración no hay pretexto para decir que no hay mujeres o que las candidatas no tienen capacidades técnicas, experiencia o conocimientos suficientes para desempeñar el cargo.
Así lo dicen las mujeres candidatas a dirigir el Conapred, en esta serie de entrevistas que Cimacnoticias publicará, donde exponen sus razones para ocupar un cargo de decisión en un organismo criticado por un parte de la sociedad y minimizado por el Presidente de la República.
Acostumbrada a caminar junto a las mujeres indígenas, la dinámica de Zenaida es trabajar en comunidad, laborar en la ciudad, viajar, aprender, regresar y compartir conocimiento a su pueblo. Ese es su constante ir y venir. En 2008 fue secretaria municipal de la regiduría de Educación, Cultura y Deporte, donde promovió la pedagogía, las artes y la cultura. En 2011 fue integrante del Comité de Patrimonio Comunitario, ahí se encargó del resguardo de los bienes de la comunidad.
Este año estaba por ocupar su tercer cargo comunitario como integrante de la Comisión de Festejos, para coordinar las celebraciones comunitarias, pero decidió sumarse a las mujeres que están agitando la política y que aprovecharon el llamado de López Obrador para decir que allí están, que pueden hacer política de manera diferente y que la agenda para prevenir la discriminación tiene pendientes. Esto dijo Pérez Gutiérrez a Cimacnoticias.
—Aneyeli García Martínez (AGM): ¿Zenaida, por qué buscas encabezar el Conapred si se se trata de una institución cuestionada por la sociedad y por el presidente de la República? Incluso Andrés Manuel López Obrador llegó a decir que desconocía si esta institución, creada desde 2003, surgió por decreto o por ley.
— Zenaida Pérez Gutiérrez (ZPG): Es importante que las mujeres indígenas estén en los espacios de toma de decisión, no sólo por la experiencia de vida personal, sino también por la perspectiva que podrían aportar y no sólo en el Poder Legislativo —en 2019 se estableció una cuota indígena para diputaciones federales en 13 distritos, la mitad debía ser para mujeres—, ahora es pensar en el poder Ejecutivo. Sin duda, por la historia del país y el sistema político mexicano, teníamos claro que eso es una utopía que ver en qué siglo se concretaba.
“Dije que sí porque es la primera vez que lo hacemos como articulación, como Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas (red de la que también es fundadora). Dije que sí, porque creo que es importante jalar la agenda. Hemos demandado derechos, por ejemplo, el año pasado logramos que se reconociera el Día Nacional de la Mujer Indígena, el 5 de septiembre, y aunque hemos logrado cosas han pasado desapercibidas.
“¿Cómo usar este proceso, esta coyuntura para seguir demandando, colocando los temas que siempre hemos demandado? Atención intercultural en salud, en acceso a justicia, en garantía de derechos lingüísticos, personas con discapacidad en contexto indígena, las personas afromexicanas, un montón de temas que hemos alentado, pero que poco eco se les da.
“Creo que era oportuno aparecer en escena y refrescar la agenda. Dije que sí, pero que iría si el equipo me acompañaba. Esta no es una cuestión personal. Todo mundo dijo que sí gracias al trabajo con redes y comunidades de base. Hemos tenido el apoyo y estamos agradecidas de que hay una buena parte de la sociedad que reconoce a las indígenas, su capacidad de interlocución participación y capacidad de dar propuestas. Hagamos el ejercicio, hasta donde lleguemos.
“También es importante en esta coyuntura dar la lección a la sociedad. Al Presidente, por supuesto, decirle que habemos un montón; pero también a la sociedad, decirle que hay otras lógicas de hacer política, que no todo se tiene que basar en agresiones y descalificaciones. También se puede ir en un frente común, mostrando capacidades, trayectorias, luchas y agendas y eso es una manera más digna de ocupar el espacio. Quien esté al frente (del Conapred) sentirá que las compañeras con las que caminaron esta postulación la respaldan, siendo exigentes de la garantía de los derechos y las atribuciones que le toca a esta institución”.
— AGM: Una gran parte de la población enfrenta prejuicios y estereotipos discriminatorios por su sexo, identidad de género, edad, condición social, por vivir con una discapacidad u otras condiciones; mientras que otra parte niega discriminar o ser responsable de la exclusión, ¿Qué plan tienes para hacer frente a esta situación tan compleja en caso de encabezar esta institución?
—ZPG: Hay dos aristas o dos bloques de trabajo: uno, con las instituciones y otro con la sociedad civil o la gente de a pie. Para las instituciones lo que ya marca Conapred: ser vigilante y monitorear que las políticas, programas, leyes y acciones de las instituciones de gobierno sean con perspectiva de no discriminación. Hablamos de estos grupos excluidos como los que has mencionado, más personas migrantes, de la tercera edad, niñez. Hay que generar medidas afirmativas, de nivelación para que sea menos excluyente lo que se encabeza desde el gobierno. Eso es por una parte. Y seguir señalando si hay abusos o malas prácticas que se pudieran cometer desde ese lado.
“Para la sociedad civil, la comunidad o la sociedad en general podemos dividirlo también en bloques. Por ejemplo, el empresariado, como los medios de comunicación que han enseñado a las nuevas generaciones a percibir a un tipo de hombres y mujeres. Hemos visto (en los medios) que las personas indígenas o pobres piden apoyo al candidato en cuestión o a las mujeres indígenas o pobres que están en labores de cuidado, pero poco se ha construido el perfil de las que son dirigentas, estudiantes, profesionistas, luchadoras, políticas, lo que ya hay pero que no se ve.
“Hay que hacer las recomendaciones, que se haga lo que marca la Ley Federal de Radio y Televisión, que un porcentaje del contenido que trabajan los medios promueva discursos no discriminatorios y de incluir a poblaciones históricamente excluidas. Como nadie lo hace exigible así estamos.
“Por otro lado, con la sociedad en general, hay que seguir con la difusión de los derechos. Pocos sabemos que tenemos derechos y aunque lo sabemos pocos los introyectamos y los hacemos exigibles. Hacerlo exigibles también indica que exista un mecanismo de cómo hacerlo exigibles. Si a mi me tratan mal en el sistema de salud debo conocer la ruta para poner mi queja o mi inconformidad pero tendría que haber una ruta, si es el buzón o ir a poner a una queja. Eso es importante: imaginar los mecanismos para llegar a hacerlos más accesibles.
Por otro lado está la academia, el sistema educativo. También sabemos que la escuela es el principal espacio de socialización. ¿Cómo intervenir los libros básicos para que nos enseñen, por ejemplo, la contribución de los pueblos indígenas en la construcción de la identidad? porque ahora estamos borrados. No se habla de los indígenas de hoy, del presente, de la realidad injusta.
“También hay que tener una coordinación institucional, alianza con organizaciones civiles, seguir potenciando esa alianzas, seguir la vinculación con actores referentes y promotores de los derechos”.
— AGM: Sobre estas alianzas, ¿consideras posible que Conapred sume esfuerzos con otras instancias? o ¿Cómo hacer para definir sus tareas y atribuciones y que no diga que hay denuncias o quejas por discriminación que no le tocan, que deben ir a un Ministerio Público, o una defensoría de Derechos Humanos?
— ZPG: Sí, también por eso el cuestionamiento a las instituciones. Hablaba de los mecanismos de accesibilidad, ¿dónde están, cuál sería la ruta idónea? Eso hace falta, crear el protocolo, la ruta, tener un mecanismo de referencia y contrarreferencia. Conapred no es una fiscalía, no es un tribunal, no es un Ministerio Público, es un órgano garante como el Inmujeres o el Inali, que son los que saben, los expertos en el tema de discriminación, pero no les toca ser fiscales, ni ser los justicieros.
“Lo importante es la coordinación interinstitucional. Conapred debe orientar, incluso debe acompañar. Creo que hay casos importantes, emblemáticos, donde es mucho más importante hasta hacer campañas para hacer visible, por ejemplo, agresiones a personas indígenas. Es importante que las demás instituciones reconozcan la autoridad de quien llegue a dirigir el Conapred para que la canalización que haga, la recomendación que haga, la ruta que mandate se pueda hacer. Eso implica la firme coordinación interinstitucional.
“También hay que decir que nuestra aspiración no es que esta institución nos va a salvar de todo. Es importante que como sociedad asumamos el rol que nos toca de transformar nuestro propio entorno. Estoy clara, los caminos los hacemos, los espacios los ocupamos, no sólo porque tengamos esperanza de que solo ahí se cambia, también lo hemos hecho desde abajo, con las compañeras, desde la articulación. Si ahora está la oportunidad, agarremos la oportunidad, es una forma simbólica de participar. Si alguien nos nombró, aquí aparecemos.
—AGM: En días recientes el Conapred fue blanco de críticas y hubo gente que preguntó para qué sirve un organismo que no sanciona los actos discriminatorios.
—ZPG: La realidad nos ha demostrado que metiendo a tanta gente a la cárcel no hay programa claro de reinserción social. Cuando algo nos toca muy cerca nos han enseñado que la respuesta es lo punitivo: si se portó mal castígalo, encarcelado. Es la salida pronta. Lamentablemente los datos indican que mucha gente, de los vulnerables, los excluidos históricamente, han tenido que ir a parar allá (a prisión). Nos volvemos esa sociedad solo castigadora pero no nos ponemos pensar otras medidas de reparación, otras formas de reparar esa afectación, ese daño.
“Hemos identificado lo que la gente de a pie ha hecho o las propias comunidades, los colectivos cuando crean los tribunales de conciencia, cuando crean diálogos y trabajo comunitario. En el fondo lo que se busca es que la gente caiga en cuenta de que ha hecho un daño y que no vuelva a repetirse. Eso pienso, y apuesto al diálogo, a la escucha. Con entendimiento se logra conciencia. Uno no va a ir a (a dirigir el Conapred) para repartir dinero, va a ir uno a potenciar conciencias. En ese sentido es necesario mantenerlo y fortalecerlo. Lo que no se nombra no existe y si lo desaparecemos se va a creer que la discriminación se acabó y que ya todos iguales”.
“El marco de Derechos Humanos se basa en el principio de igualdad y no discriminación, sí, pero si no salimos de un piso parejo no podemos decir que ya somos iguales.
—AGM: ¿Cuál sería una de tus propuestas para lograr una política contra la discriminación, en particular hacia las mujeres indígenas en medio de la austeridad y de la crisis sanitaria por COVID-19?
—ZPG: Si focalizamos a las mujeres indígenas, en esta realidad, es potenciar las campañas. Por el contexto que marcas es utilizar lo que ya se está utilizando. Muchos nos cansamos de utilizar internet pero es lo que hay aquí, y hay que abrir el diálogo, difundir, hacer campaña. Esto generaría que no solo aparezcamos en una coyuntura de designaciones, o coyuntura electoral, sino que estamos en lo cotidiano, con estas luchas y estas transformaciones. Eso sería lo primero, seguir difundiendo los derechos de las mujeres indígenas.
“Una atribución del Conapred es la pedagogía, la capacitación, la difusión de contenidos, traducción de materiales, eso podría ser por la coyuntura, como decías de la austeridad y la crisis, abrir la conversación. Lo que hay que celebrar es que, gracias a que lo dijo el Presidente, a que salimos un montón de mujeres, hoy la gente se pregunta qué es Conapred, qué hace, cómo puedo acercarme a ellos, dónde se ubica, qué atribuciones tiene”.
Zenaida, quien también es integrante del Consejo Ciudadano del Instituto Mexicano de la Radio (IMER) y fue integrante del Comité Técnico de Expertos del Proceso de Consulta para la Reforma Constitucional y Legal sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y Afromexicano, finaliza señalando que todas las candidatas a encabezar el organismo buscan la transformación, que la diversidad esté presente en los espacios públicos. Ahora, enfatiza, sólo falta que haya un nombramiento.
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