Agencias
Pahuatlán, Pue.- Las pancartas advirtieron al presidente Andrés Manuel López Obrador la abierta oposición al gasoducto Tuxpan-Tula que más tarde, en nombre del pueblos otomí y tepehua, Gabino Hernandez, de origen náhuatl, expresó claramente por el riesgo que supone para las tierras sagradas indígenas.
La respuesta presidencial no tardó: asumió el compromiso: Aunque se tenga que pagar más a la empresa por un nuevo trazo, pero no se van afectar las zonas sagradas indígenas.
Nuevas reuniones con las comunidades originarias de la sierra Norte de Puebla y de Hidalgo, en las que el mandatario escuchó sus demandas para comenzar a remediar sus males ancestrales, pero también su abierta resistencia al avasallamiento de las recientes formas de explotación. “No al fracking”, fin a las concesiones mineras, pero especialmente el repudio al referido gasoducto.
Hernández detalló el cúmulo de demandas de las comunidades, en especial aquellas dirigidas a la preservación ambiental.
Solicitamos se cancele el paso por esta zona del gasoducto Tuxpan-Tula, que está llevando a cabo la empresa TransCanada, la cual pretende que pase por una parte del cerro sagrado de San Pablito.
Sería devastador para la fauna endémica, para el bosque mesófilo de montaña que ya se está acabando y para los mantos acuíferos.