A partir del 9 de octubre serán inauguradas las exposiciones 11 óleos de Rufino Tamayo en la Colección, que presenta el legado pictórico de su propio trabajo que el artista incluyó en la colección con la que originalmente se fundó el museo, y Pintura y dibujos para murales, que da continuidad al proyecto de investigación realizado desde 2016 para presentar el trabajo de Tamayo en medios alternos, como son grabado y dibujo, así como material de archivo que da cuenta de su vida y carrera artística.
En esta ocasión se presentan estudios y bocetos para proyectos murales, acompañados de fotografías y material de prensa de la época, mostrando la faceta muralista del artista.
Ambas exposiciones cuentan con la curaduría de Juan Carlos Pereda y representan los esfuerzos del museo para destinar un lugar importante en su programa expositivo a la difusión de la colección y a la obra de Rufino Tamayo.
El pintor Rufino del Carmen Arellanes Tamayo nació en 1899, en el barrio de Carmen Alto, en el centro de la ciudad de Oaxaca. Aunque se conoce que su nacimiento fue el 25 de agosto, sus padres lo registraron un día después, motivo por el cual Tamayo siempre celebró su natalicio el 26 de agosto.
De acuerdo con el propio artista, su primer contacto con el arte fue a través de la colección y reproducción de modestas tarjetas postales de pinturas famosas que adquiría en la calle de Palma, en la que tomó sus primeras lecciones de arte.
En sus primeros años como creador plástico cultivó un lenguaje que se nutrió de elementos provenientes de algunas de la vanguardias europeas, surgidas entre finales del siglo XIX y principios del XX, las cuales marcaron el vertiginoso advenimiento del arte moderno. Tamayo experimentó con ideas y formas pertenecientes al impresionismo, el fauvismo, el cubismo y el futurismo, entre otras, creando nuevas formas inspiradas en el arte prehispánico para generar un estilo único ligado a sus raíces.
En la década de los años ochenta y con el ánimo de legar al pueblo de México su colección de arte moderno se inauguró el Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo, con un acervo de más de 300 obras de artistas como Pablo Picasso, Joan Miró, Francis Bacon, Joaquín Torres García, Fernand Léger, Roberto Matta, entre otros. Su intención era ofrecer al público mexicano un acercamiento a los principales exponentes del arte del siglo XX en el mundo. El edificio del museo, diseñado por los arquitectos Abraham Zabludovsky y Teodoro González de León en el Bosque de Chapultepec, tiene la connotación de una obra de arte más de aquella colección.
A 38 años de su fundación, el Museo Tamayo ha continuado con la labor de su creador, con la exhibición de las propuestas más representativas del arte contemporáneo internacional, así como con la preservación y difusión de la obra de este artista y de la colección de arte moderno que conformó junto con Olga Tamayo y que, en su conjunto, es el reflejo y síntesis de las vanguardias artísticas que determinaron la creación plástica durante la primera mitad del siglo XX.
Del mismo modo, la colección de arte contemporáneo de este museo se ha fortalecido con la donación de obras de artistas de talla internacional, como Teresa Margolles, Gabriel Orozco, Mario García Torres, Pedro Reyes, Francis Alÿs, Mónica Sosnowska, Wolfgang Tillmans y Pablo Vargas Lugo, entre otros.
Actualmente el público nacional e internacional puede disfrutar de la obra de Rufino Tamayo que se exhibe en el Museo de Arte Moderno, como parte de la exposición Re/Creaciones. Entre el juego y el arte. Colección MAM y en el Museo Nacional de Arte, donde se presenta la obra emblemáticaTerror cósmico, como parte de la muestra Voces de la tierra. Lenguas indígenas.