Oaxaca.-Cada año se pierde alrededor del 14% de los alimentos del mundo en la primera etapa de la cadena de suministro, antes de que lleguen a la venta minorista, es por ello que los mercados mayoristas y centrales de abasto son grandes aliados para prevenir la pérdida de alimentos.
La Representación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México organizó una sesión virtual con actores de los mercados mayoristas en México: la Central de Abastos de la Ciudad de México (CEDA), la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento y la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto.
La conmemoración del primer Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos se produce durante la actual crisis mundial derivada de la COVID19, que ha provocado un despertar global sobre la necesidad de transformar y reequilibrar la forma de producir y consumir nuestros alimentos. Además de conocer análisis cualitativos realizados por la FAO y Cepal, en donde indican que la pérdida y desperdicio de alimentos ha empeorado durante la pandemia.
En el evento Lina Pohl, Representante de FAO en México, recordó que en América Latina y el Caribe se pierde o desperdicia hasta 127 millones de toneladas de alimentos al año. Esto supondría 348,000 toneladas de comida desaprovechada cada día, equivalente a casi 10 veces la Central de Abasto de la Ciudad de México.
“Desperdiciar alimentos es inaceptable en una época en la que el hambre en América Latina y el Caribe podría afectar a casi 67 millones de personas para 2030. Es por eso por lo que hoy estamos conversando con un sector que es estratégico para reducir las pérdidas de alimentos: los mercados mayoristas o centrales de abasto como se conocen en México”, comentó la Representante de la FAO México.
Marcela Villegas, Coordinadora General de la Central de Abastos de la Ciudad de México, comentó: “561 toneladas de alimento se desperdician diariamente en la CEDA. El 70% es comestible. El reto es evitar las pérdidas con un manejo apropiado de los productos frescos en todos los eslabones que comprenden la distribución y aprovechar los excedentes. La CEDA puede ser un detonador para que la región y el país adopten prácticas sustentables, entre las que se encuentra el aprovechamiento de la merma: reducir, aprovechar y donar en lugar de desperdiciar”.
Miguel Fernando Gracián, Representante del Mercado de Abastos de Guadalajara y presidente de la Confederación Nacional de Comerciantes de Centros de Abasto, mencionó: “Las centrales de abasto en México es un sector vivo y dinámico y en la actual crisis sanitaria fuimos el sector que garantizó el suministro de alimentos para la población. Al acopiar, conservar y distribuir hasta un 73% de los alimentos que se produce a nivel nacional, las centrales de abastos juegan un papel protagónico en la disminución de las pérdidas”.
Arturo Fernández, presidente de la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento, comentó: “Desde el 2018 hemos trabajado en el tema de las mermas y pérdida y desperdicio de alimentos firmando memorándum de entendimiento y cooperación con la FAO, así como convenios con la Universidad de Chapingo para capacitaciones y estudios para el aprovechamiento de desechos orgánicos que se generan en el centro de abasto; así como composta y técnicas para disminuir las mermas del producto en toda la cadena agroalimentaria”.
Con información de fao.org