Oaxaca.-La magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Aralí Soto Fregoso, sostuvo que el machismo ha venido a segregar la participación de las mujeres. Para ellas, dijo, el miedo no es perder su status quo o el poder dentro del hogar, sino que su temor es que las violen o las asesinen.
Sostuvo que como juzgadoras y juzgadores se tiene mucho qué hacer con el fin de avanzar en el camino para lograr la igualdad sustantiva, libre de violencia.
La magistrada Soto dijo lo anterior durante el primer Debate virtual sobre violencia de género desde las diversas masculinidades con el tema “Violencia política por razón de género”, en el marco de la campaña del Día Naranja, para la erradicación de la Violencia contra las Mujeres.
En el foro participaron el especialista en género y masculinidades, Ricardo Ruiz Carbonell, así como Ernesto Camacho, presidente de la Sala Regional Monterrey del TEPJF; Sergio Arturo Guerrero Olvera, magistrado de la Sala Regional Guadalajara; José Luis Ceballos Daza, magistrado de la Sala Ciudad de México; Alejandro David Avante Juárez, de la Sala Regional Toluca y Adín Antonio de León Gálvez, magistrado de la Sala Regional Xalapa.
El presidente de la Sala Monterrey, Ernesto Camacho, destacó que estos debates son parte de una política pública acertada por parte del Tribunal Electoral, y consideró importante trabajar desde la perspectiva de género para acabar con el modelo masculino tradicional.
En el debate moderado por la magistrada Mónica Soto, el magistrado de la Sala Guadalajara, Sergio Arturo Guerrero Olvera señaló que como hombres deben tomar conciencia sobre los privilegios que tienen y que se han construido por un contexto histórico y de prácticas sociales, que los han puesto en ventaja frente a las mujeres. Destacó que una manera de erradicar esta situación es ir transformando esos roles y ponerse en el lugar de las mujeres.
A su vez, el magistrado de la Sala Toluca, Alejandro David Avante Juárez dijo que para entender el tema de las nuevas masculinidades es necesario asumir una doctrina donde todos somos iguales, no siendo hombres o mujeres sino personas.
Avante Juárez señaló que es necesario desaprender, ser humildes y reconocer que hombres y mujeres no son opuestos sino complementos, que la realidad es distinta y es necesario crear una nueva sociedad, donde todos estén incluidos para construir un entorno saludable.
José Luis Ceballos Daza, magistrado de la Sala Ciudad de México puntualizó que el sueño de una igualdad sustantiva se puede alcanzar si se suman todos en esta tarea. El gran reto, dijo, es identificar los puntos sensibles del machismo y las formas sutiles de discriminación que se dan en la vida diaria.
Como juzgadores y magistrados lo primero que a lo que se debe aspirar es a un reconocimiento y necesidad absoluta de reivindicación, refirió Ceballos Daza.
Adín Antonio de León Gálvez, magistrado de la Sala Xalapa, dijo que es necesario que como hombres debemos reconstruirnos partiendo de una realidad que no se puede quitar, pero se puede ser parte de la solución. No se debe tener miedo, dijo, a abandonar la imagen de autoritarios, de insensibles o de violentos, para empezar a construir algo que tenga trascendencia en la sociedad y se rompan los estereotipos que se han adquirido a lo largo del tiempo.
En su intervención, el especialista Ricardo Ruiz Carbonell señaló que el patriarcado se ha ido reproduciendo y ha invadido espacios sociales, familiares, económicos y laborales.
Precisó que es importante entender que los hombres necesitan deconstruirse, y llevar a cabo un proceso de reflexión interna, con el acompañamiento que requieran para entender que la violencia daña a la sociedad, por lo que es necesario tener nuevos valores para alcanzar la igualdad sustantiva.
Destacó que los hombres han tenido muchos privilegios y a la fecha siguen estando presentes, debido a que se han normalizado dentro de las sociedades, pero es necesario acabar con estos comportamientos, ser hombres comprometidos, corresponsables para tener una convivencia sana en todos los ámbitos, y dejar el estigma del machismo.
Es necesario, afirmó Ruiz Carbonell, hacer una escalera sobre las violencias y entender en qué posición esa hegemonía masculina está presente, y entender que si se va escalando el tipo de violencia se puede llegar hasta el feminicidio.