Aline Espinosa Gutierrez / Cimacnoticias
Oaxaca.-Aproximadamente 300 mujeres se reunieron para realizar un #Antigrita en la Casa Refugio Ni Una Menos, recinto de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), con el fin de expresar su rechazo a la patria y exigir un alto a la violencia feminicida en el país.
La Antigrita, explicaron las manifestantes, parte de la idea de que para las autoridades mexicanas las mujeres no sufren ningún tipo de violencia, por lo que las víctimas no existen, ni tampoco sus Derechos Humanos.
En punto de las 5 de la tarde de ayer, las mujeres arribaron al lugar, ubicado en el Centro Histórico. Algunas encapuchadas o disfrazadas, otras con carteles, mantas y latas de aerosol. Todas listas para hacer notar a través de sus historias, cuerpos y gritos, que la violencia de género existe y la viven cada día.
Así lo dijo María, de 22 años de edad, quien vino con su amiga, Paola. Ambas dijeron haber sufrido acoso sexual por un profesor en su universidad. “Hoy es el día para decirle al gobierno que sí existimos, que estamos aquí, a pesar de la pandemia, porque tenemos más miedo de salir de casa que de un virus”, expresó la joven.
Con ellas coincide Rosario de 35 años, quien pidió cambiar su nombre por cuestiones de seguridad. Ella pegó fotos de niñas desaparecidas en los cintillos que protegían el escenario de las manifestantes. Contó que viene de los estados donde las fosas de huesos son comunes y las jóvenes corren el riesgo de no regresar con sus familias debido a la inseguridad.
Los testimonios de ellas se sumaron al de las madres de Guerrero y Tamaulipas, que desde un balcón del Refugio, denunciaron estar buscando a sus familiares por años sin apoyo de las autoridades locales y aún así tener que cumplir con los trámites burocráticos que estas le exigen para conseguir una hoja de identificación de búsqueda.
En México hay 18 mil 258 mujeres desaparecidas y no localizadas, gran parte de ellas en el Estado de México con 13 mil 563 casos, Tamaulipas con 2 mil 200 casos y Veracruz con mil 210 casos según datos del nuevo Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
Entre lágrimas y encapuchadas con paliacates morados, las madres dijeron estar hartas del gobierno. “Yo no vine a pintar un cuadro, yo vengo a quemar ese cuadro porque mi hijo vale más que eso”, gritó una de las madres y las mujeres la acompañaron con una ovación de ¡No estás sola!
De acuerdo con Erika Martínez, madre de una víctima, desde el 3 de septiembre (fecha en que inició la toma) han reunido casi 100 casos de todo tipo de violencia contra las mujeres en la Cuidad de México. Estos, aseguró, cumplieron los pasos requeridos por las instituciones para solicitar ayuda pero su esfuerzo no obtuvo resultados.
Poco a poco cada historia hizo presencia en el micrófono junto a las consignas feministas y los puños en alto. Tras algunas horas, el escenario pasó a ser de las santduperas como “La Palina” y “La Esmeralda” que a base de chistes recordaron a las mujeres que “son como animales mitológicos, nos cortan una cabeza y nos salen más”.
El rap y las melodías a cargo de Masta Quba y Mariev, Luna Santa y María Bernal no se quedaron atrás. Pronto las manifestantes movieron su cuerpo con libertad al tiempo que lanzaban espuma en spray y bombas de color verde.
El festejo por la lucha subió de tono cuando dos encapuchadas abrieron un círculo para quemar algunas cajas de cartón. El fuego crecía y las mujeres quemaron blusas, pancartas y comenzaron a danzar alrededor de la fogata con las manos unidas mientras el sonido de las máquinas de toques las custodiaba.