En el marco de la campaña “Contigo en la distancia” se presenta esta obra representativa, la cual ha sido admirada por miles de personas en diferentes espacios museísticos.

En el icónico cuadro pintado en 1939 es patente la madurez creativa de Kahlo, a decir del curador Carlos Segoviano. El primer viaje de la artista mexicana a París influyó en la creación de esta pieza, pues en la capital francesa entró en contacto con Joan Miró, Vasili Kandinsky, Yves Tanguy y Pablo Picasso.

Asimismo, en esta travesía la célebre artista visual entabló amistad con Marcel Duchamp, quien la apoyó para exponer en la urbe europea. El creador francés transgredió la noción de obra de arte de su época y descontextualizó objetos cotidianos al retirarlos de sus lugares habituales y situarlos en espacios museísticos como una presencia que puede ser contemplada estéticamente, acción por la que se le considera el principal precursor del arte conceptual.

Las dos Fridas es un doble autorretrato que desdobla a la Frida apreciada por Diego y la abandonada por el muralista mexicano. La historia y el valor de esta pieza, una de las joyas del acervo del recinto perteneciente al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), ahora puede ser conocido durante la Jornada Nacional de Sana Distancia.