Oaxaca.-Entre la órbita de Marte y Júpiter existe un conglomerado de rocas, conocido como Cinturón de Asteroides; de ahí provienen muchas de estas formaciones, que no sólo existen en nuestro Sistema Solar. Para conocer el origen de los asteroides, Dolores Maravilla Meza utiliza bases de datos de la NASA y hace trabajo teórico.
La investigadora del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM indicó que sus estudios tienen como objetivo la búsqueda de las fuentes de los meteoros que llegan a nuestro planeta. “Eso incluye a los cuerpos rocosos del Cinturón de Asteroides, y posiblemente a las familias de asteroides que viven en el vecindario de la Tierra”.
La experta y sus colegas analizan datos de los que han llegado a la Tierra. “Usamos parámetros de los meteoros que se han podido medir, pues no de todos es posible saber a qué velocidad entraron y con qué energía de impacto”.
Maravilla Meza examina información de observatorios de Estados Unidos, pertenecientes a la NASA, y analiza espectralmente el comportamiento de meteoros y asteroides; con base en ello aplica teorías físicas para determinar de dónde podrían venir.
Con el análisis espectral se determina la composición química, pero también se puede estimar de qué distancia provienen, remarcó.
Estos datos son útiles para hacer un plano de las zonas originarias de los asteroides. “Sería un mapa a futuro, porque faltan muchos estudios”, reconoció.
Si los científicos pueden saber con anticipación su origen e identificar la mayor cantidad posible, se podrán monitorear, y para ello Estados Unidos tiene un programa de detección y seguimiento de los cuerpos ya descubiertos, subrayó Maravilla Meza.
Asteroides y meteoritos
Asteroide se define como el cuerpo que forma parte del Cinturón de Asteroides y de la familia de rocas que están en la vecindad de la Tierra. Y meteorito es toda roca que proviene del espacio y que cayó a la superficie de la Tierra, explicó.
Dependiendo del tamaño, ángulo de incidencia y velocidad con la que ingresa al planeta, puede causar destrozos. “En el mejor de los casos esperamos que se evaporen en la alta atmósfera, pero si llegan a la superficie de la Tierra hay que tener cuidado dónde caen, no porque podamos controlar su entrada, sino para estar prevenidos”, aclaró.
Finalmente, señaló que todo el medio interplanetario está permeado por rocas y polvo. En algunas zonas hay más acumulación que en otras, y eso obedece a la dinámica de esos cuerpos que viven en el espacio.
Por el momento, el trabajo de la investigadora es teórico, con acceso a bases de datos abiertos. “Ojalá algún día México tenga la tecnología para observar y buscar nuevos asteroides desde el punto de vista observacional”.