Todas y todos los empleadores deben llevar a cabo de antemano medidas de evaluación del riesgo y velar por que su lugar de trabajo cumpla estrictos criterios en materia de seguridad y salud, a fin de minimizar el riesgo de exposición de los trabajadores al COVID-19, señala la OIT.
Sin esas medidas de control, los países corren un riesgo muy elevado de que se produzca un repunte del virus. La aplicación de las medidas adecuadas contribuirá a mitigar el riesgo de una segunda ola de contagio en el lugar de trabajo.
"La seguridad y la salud de toda nuestra fuerza de trabajo es primordial actualmente. Ante un brote de una enfermedad infecciosa, la forma en que protejamos a nuestros trabajadores determinará claramente el grado de seguridad de nuestras comunidades y la resiliencia de nuestras empresas conforme evolucione esta pandemia", señaló Guy Ryder, Director General de la OIT.
"Únicamente mediante la aplicación de medidas de seguridad y salud en el trabajo podremos garantizar la vida de los trabajadores, de su familia y de las comunidades en su conjunto, y velar por la continuidad del trabajo y la supervivencia en el plano económico", añadió el Sr. Ryder.
Las medidas de control de riesgos deben adaptarse específicamente a las necesidades de los trabajadores que llevan a cabo una labor de primera línea frente a la pandemia. Entre ellos se encuentran los trabajadores sanitarios, las enfermeras, los médicos y el personal de urgencias, así como las personas que trabajan en comercios minoristas de alimentos y en los servicios de limpieza.
La OIT ha subrayado asimismo las necesidades de los trabajadores y las empresas más vulnerables, en particular en la economía informal, así como de los migrantes y los trabajadores domésticos. Las medidas para proteger a esos trabajadores deberían incluir, entre otras, actividades de capacitación y formación sobre prácticas de trabajo seguras y saludables, el suministro gratuito de equipos de protección personal, de ser necesario, el acceso a servicios públicos sanitarios y la provisión de medios de subsistencia alternativos.
"La pandemia del COVID-19 ha puesto de manifiesto la acuciante necesidad de contar con sólidos programas a escala nacional que permitan proteger la salud y la seguridad de los trabajadores sanitarios, los profesionales médicos, los encargados de las actividades de respuesta ante emergencias y muchos otros trabajadores que arriesgan su vida por nosotros", señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. "En el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, hago un llamamiento a todos los países para que garanticen condiciones de trabajo adecuadas, decentes y seguras para todos los trabajadores sanitarios".
Con objeto de garantizar un retorno al trabajo de forma segura y evitar nuevas interrupciones de este en el futuro, la OIT recomienda:
- analizar los peligros y evaluar todos los riesgos de contagio en relación con los procesos de trabajo, y proseguir esa evaluación después de que haya tenido lugar la reincorporación al trabajo.
- aplicar medidas de control de riesgos adaptadas a cada sector y a las características específicas del lugar de trabajo de que se trate. Entre esas medidas cabe destacar:
- - la disminución de la interacción física entre trabajadores, contratistas, clientes y visitantes, y el mantenimiento del distanciamiento físico si se producen interacciones;
- el aumento de la ventilación en el lugar de trabajo;
- la limpieza periódica de superficies, a fin de garantizar la desinfección e higiene del lugar de trabajo, y el suministro de instalaciones adecuadas para el lavado de manos y la higienización.
- la entrega de equipos de protección personal a los trabajadores, de ser necesario sin costo alguno.
- establecer disposiciones relativas al aislamiento de personas susceptibles de haberse visto contagiadas y al análisis de otras personas con las que hubiera podido estar en contacto;
- brindar apoyo en materia de salud mental a los miembros del personal; y
- ofrecer actividades de capacitación y formación e información sobre salud y seguridad en el trabajo, en particular en relación con prácticas higiénicas adecuadas y la implantación de controles en el lugar de trabajo (incluidos equipos de protección personal).