Oaxaca.- No obstante que en enero se publicó puntualmente la convocatoria para apoyo a proyectos de las Casas de la Mujer Indígena (Cami), el gobierno federal a través del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) resolvió rebajar los recursos asignados que este año eran hasta de 1 millón 850 mil pesos, de acuerdo a las necesidades de las Cami.
Sin embargo, utilizaron la estrategia de no comunicarlo por oficio, sino llamar por teléfono a cada Casa de la Mujer Indígena para comunicarles que solo sería posible dotarles del 25 por ciento del total solicitado en sus proyectos.
“Es una forma de dividirnos, pues 35 Cami del país formamos la Red Nacional de Casas de la Mujer Indígena, organismo al que pedimos se dirija el INPI”, opinó la coordinadora de la Casa de la Mujer Indígena La Paloma, con sede en Cohuirimpo, Navojoa, Sonora, Patricia Alonso Ramírez.
Denunció que a algunas les proporcionaron una información, a otras otra, y a algunas ni siquiera les han llamado, como el caso de La Paloma, ubicada en Navojoa, al sur del estado de Sonora.
La Red Nacional de Cami decidió no ir aisladas, sino juntas, por lo que no negociaron ni acordaron nada con el INPI. Por el contrario, dirigieron una carta a su titular Adolfo Regino Montes con fecha del 24 de abril donde le expusieron lo siguiente:
“Con relación a esta medida aplicada por el INPI manifestamos nuestra gran preocupación puesto que como ya se ha visto, en todo el país la violencia contra las mujeres se ha incrementado y esto también está repercutiendo en las regiones indígenas. Son alarmantes los datos que día con día se publican sobre los feminicidios en el que también lamentablemente hay mujeres indígenas”.
Alonso Ramírez indicó que en el caso de la Cami La Paloma, el proyecto se encuentra en fase de consolidación, por lo que era el segundo año en que les otorgarían un presupuesto de un millón de pesos. Sin embargo, al rebajarlo a una cuarta parte del total, no alcanzaría ni para el funcionamiento regular.
Para la coordinadora de la Cami “La Paloma, Ju Wo Kkow” (en idioma Mayo), Patricia Alonso, al encontrarse en la fase de consolidación, realizan muchas más actividades que las que se pudieran llevar a cabo con el presupuesto reducido, pues los recursos se ejercen de mayo a diciembre de cada año, y los primeros meses del año los tienen que soportar económicamente ellas mismas.
Sin embargo, las Cami que se encuentran en la primera fase reciben entre 600 y 700 mil pesos, precisó, por lo que sus recursos se reducirían notablemente.
Las convocatorias emanan de los lineamientos del Diario Oficial de la Federación, emitido el año pasado, en donde se especifican los lineamientos generales y los requisitos, que no son pocos, y que son cumplidos a cabalidad año con año, incluida la rendición de cuentas por las Casas de la Mujer.
La Coordinadora de la única Casa de la Mujer Indígena en Sonora, comentó que entre las actividades que realizan está el fortalecimiento del equipo operativo, que tiene que ver con la capacitación para la profesionalización en la atención a las mujeres indígenas usuarias de La Paloma. Es de carácter obligatorio que la tomen, al menos una vez al mes.
Otra actividad que se deriva de la obligatoriedad de la capacitación, es la necesidad de solventar la salida fuera del estado, pues no todas son en Navojoa. Sensibilización y atención a la promoción comunitaria, es otra de las líneas de trabajo donde interactúan con las comunidades, atendiendo a las mujeres indígenas organizadas.
Incluso, a las autoridades tradicionales les brindan capacitación cada año, porque así se los ha solicitado la comunidad. Entre las actividades también están jornadas de sensibilización y promoción de una vida libre de violencia las cuales se hacen cada mes, además de acompañamiento, asesoría y atención a mujeres en situación de violencia.
El acompañamiento se solventa con el proyecto del INPI, ahora en riesgo, y a las profesionistas, abogada, psicóloga y trabajadora social, les pagan con un proyecto del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF), de la Secretaría del Bienestar.
Finalmente, dentro del presupuesto ahora en riesgo, se encuentran apoyos con los que sobreviven. Es un rubro de becas por parte del INPI que se extiende a 11 mujeres, que son las que trabajan para la Cami La Paloma, lo cual también considera insuficiente pues se trata de aproximadamente cuatro mil pesos mensuales, pero muchas de ellas están dedicadas de tiempo completo al trabajo de prevención de violencia y otros temas de la Casa.
Consideró que aún con los recursos completos no les alcanza, por lo que varias Cami se encontraban en una etapa en la que solicitaban ampliación del recurso.
La Cami Ju Wo Kkow fue inaugurada el 23 de diciembre de 2009 . En estos más de 10 años, ha atendido a un sinfín de mujeres indígenas, no sólo de la etnia Mayo, ni de Navojoa, sino de todo el sur del estado de Sonora.
Es por ello que su proyecto se encuentra en fase de consolidación, y sí fue beneficiada el año anterior con el recurso que solicitaban. Alonso Ramírez considera la rebaja de los montos una limitación muy grande, pues la mayoría no tiene otro ingreso, y al final de cuentas lo que la Casa hace, “es un trabajo que debería hacer el gobierno, y no lo hace”, opinó.
La reducción “no se vale” pues encima de la pandemia del COVID-19, ahora se tiene también la violencia familiar y de pareja. Las Cami no se constituyen en Refugio de mujeres en condición de violencia extrema, pero sí dan contención y canalizan a las mujeres que les piden ayuda.
Si bien no hay datos que evidencien un incremento de la violencia familiar en las comunidades indígenas, explicó que han visto que al menos seis mujeres les han pedido ayuda para abandonar la casa y ser refugiadas, cosa que no es característica de las mujeres indígenas, pues ellas “por más fuerte que sea la violencia doméstica, nunca nos piden que las saquemos de sus casas”.
Y es que la prevención de la violencia es el principal objetivo de la Casas según se advierte en el documento de resultados para apoyo de proyectos de 2019: “Acciones comunitarias, para el fortalecimiento de la prevención de la violencia de género y la promoción de los derechos a la salud sexual y reproductiva”.
Dijo que los únicos apoyos que permanecen son los del programa de Adultos mayores. “¿Qué van a hacer las familias que tienen ocho y hasta 17 integrantes?” son familias muy grandes, algunos son jornaleros y al estar suspendida esa actividad por la pandemia, es el único ingreso que tienen.
El 28 de mayo pasado, algunas diputadas de la Comisión de Igualdad de la Cámara de Diputadas y Diputados, enviaron un exhorto al titular de la Secretaría de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez.
Cuatro días después, Herrera Gutiérrez hizo una publicación en su cuenta de Twitter donde dice que seguirán apoyando a sectores de interés para el gobierno y menciona algunos.
Para @Hacienda_Mexico la #ciencia, la #educación superior pública, la #cultura y los derechos humanos son centrales para el #desarrollo del #país. Nos aseguraremos de que tengan los recursos suficientes independientemente del mecanismo presupuestal a través del cual operen.
Respecto al tema del @CEAVmex, el decreto de austeridad del 23 de abril explícitamente dice que no serán afectados los rubros de derechos humanos. Antier tuve la oportunidad de platicarlo con @M_OlgaSCordero y @A_Encinas_R; nos aseguraremos de que esto se cumpla a cabalidad.
A pesar de que no se refiere a las Cami, para Alonso Ramírez es un aliciente, les dio cierta esperanza, y consideran que tal vez eso sea el inicio de la restitución de los recursos.
Finalizó refrendando que la Casa de la Mujer Indígena La Paloma sigue funcionando, sobre todo los servicios de la abogada que debe dar seguimiento a los casos, la psicóloga que además hace actividad en las comunidades, que por su naturaleza se realiza al aire libre, bajo los árboles, por lo que no pone o incrementa el riesgo de contagio de coronavirus.
El programa de apoyo a las Cami tiene 17 años, La Paloma cumplió 10 años, y la Red Nacional tiene 5 años agrupada. A excepción del INPI, todas las demás instituciones sí toman a la Red como interlocutora, y solo el INPI se niega, y quiere negociar con una por una.