Oaxaca.-La UNAM está implementando los más altos esfuerzos para tratar de comprender estos tiempos de COVID-19, y hace lo posible para que desde México, desde nuestra casa de estudios, los científicos puedan orientarnos en una visualización de futuro, posterior a esta emergencia, con la aplicación de las ciencias, afirmó Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz 1992.
La también investigadora extraordinaria de la Universidad Nacional se proclamó por una máxima sabiduría para que haya respuestas sobre el futuro, con realismo y hacia un cambio de paradigma.
Al dictar la videoconferencia “La protección y defensa del medio ambiente post COVID-19”, convocada por la Facultad de Derecho (FD), insistió que se debe ir más allá. “Las ideologías tienen que cambiar, tenemos la oportunidad de protagonizar el porvenir, por lo que invito a estudiantes, profesores y profesionales a que reinventemos nuestro futuro en las diversas materias”.
Luego de ser presentada por Raúl Contreras Bustamante, director de la FD, Menchú señaló que la enfermedad del coronavirus se constituye en un “enemigo desconocido”, porque irrumpió de manera drástica nuestras vidas, se instaló en nuestra existencia, trastocó nuestra paz espiritual y personal, y a cambio trajo zozobra y miedo.
Ante estos sentimientos encontrados, lo más importante es la responsabilidad personal; sin importar la edad, tenemos que reducir al máximo los efectos dramáticos del virus.
“Para nosotros la COVID-19 representa una encrucijada histórica, un antes y un después, porque nada va a funcionar igual después de esta enfermedad. Tenemos que reinventar mucho de lo que vamos a hacer en la aplicación de nuestros derechos”, apuntó.
Madre tierra
La también doctora honoris causa por la UNAM hizo un llamado a la comunidad científica para que “no perdamos de vista el pasado; para que se hagan propuestas con ojo y sentimiento críticos, sin dejar de lado algunos avances extraordinarios que tuvimos en estos tiempos; para tener un pacto de emergencia frente a la COVID-19, que tiene que ver con nuestra salud, nuestra respiración, nuestra madre tierra”.
Rigoberta Menchú se pronunció por “reinventar la institucionalidad del futuro. La ONU no puede ser igual que ayer, tiene que haber modificaciones, y sobre todo enmiendas a los vacíos que hay, reconstruir los entes internacionales a través de la multilateralidad”.
Asimismo, externó su preocupación por algunos derechos que pueden estar hoy en observación, como la soberanía, la autonomía y las plenas consultas, que son irrenunciables.
“Estamos en un desafío total, no podemos hablar de futuro sin sumergirnos en el pasado reciente, sin comprender qué fue lo que pasó, de quién es la responsabilidad del fracaso del Protocolo de Kioto, del Acuerdo de París”, concluyó.
En la videoconferencia también participaron los académicos de la FD Norka López Zamarripa, Alfonso Muñoz de Cote, Manuel Granados, Alberto Fabián Mondragón Pedrero, Lorena Arredondo y Ricardo Rojas.