El amor distante tuvo su estreno latinoamericano durante la temporada 2019 de la Ópera de Bellas Artes y, en opinión de los críticos, es probablemente la obra con más repercusión internacional en muchas décadas, entre otros factores porque su estructura musical se traduce en una atmósfera sonora, plena de texturas y colores que contribuyen de manera fundamental a su narrativa poética y escénica.
Asimismo, dicha obra, que forma parte de la cuarta Temporada virtual de la Ópera de Bellas Artes se estrenó mundialmente el 15 de agosto de 2000, en el Festival de Salzburgo, Austria, y a dos décadas de su primera presentación es reconocida como un clásico de la ópera contemporánea, el cual será posible disfrutar en el marco de la campaña “Contigo en la distancia”.
Pautas de la obra
Para crearla, Kaija Saariaho -una de las más importantes compositoras de nuestro tiempo- se inspiró en la leyenda del trovador medieval Jaufré Rudel, que sigue las pautas del amor cortés.
La acción transcurre en el siglo XII. Jaufré Rudel, príncipe de Blaye, en Aquitania, cansado de una vida superficial, anhela un amor ideal, aunque cree que nunca lo encontrará, pues la mujer que inspire tal cosa no existe. Un peregrino llegado del extranjero le hace cambiar de opinión al contarle que conoce a una mujer bella, llena de virtudes, quien vive al otro lado del mar.
Desde ese momento, Jaufré se enamora de ella. Al volver a Trípoli, el peregrino encuentra a la condesa Clémence y le cuenta que, en Francia, un príncipe-trovador piensa en ella y la elogia en sus canciones, llamándola “su amor distante” y, aunque Clémence no quiere hacerse ilusiones, empieza a soñar con este amante lejano. De nuevo en Aquitania, el Peregrino le informa a Jaufré que la bella mujer ya sabe de él. La ilusión de conocer a su amada lo anima a emprender el viaje que lo llevará al otro extremo del mar.
La estructura musical de esta obra echa mano de recursos propios del lenguaje de la compositora, aunque poco convencionales en el contexto operístico, como el uso de electrónica y de posibilidades sonoras atípicas en los instrumentos orquestales. El resultado se traduce en una atmósfera plena de texturas y colores que contribuyen de manera fundamental a la narrativa poética y escénica de la obra. Por su parte, el dispositivo escenográfico creado por Jorge Ballina, en total concordancia con el discurso sonoro, sorprende con un espacio casi hipnótico que juega con las perspectivas a través del movimiento, colores y el uso de la luz.
Ópera vigente
El público que asistió a su estreno latinoamericano en el Palacio de Bellas Artes, en marzo de 2019, recibió con entusiasmo esta historia de amor, original del siglo XII, enmarcada con recursos sonoros y visuales contemporáneos que le confieren una asombrosa vigencia.
El reparto de esta producción está integrado por el barítono finlandés Jakko Kortekangas, como el príncipe Jaufré; la soprano polaca Agnieszka Sławińska, quien interpreta a la condesa Clémence y la mezzosoprano mexicana Carla López-Speziale, al Peregrino.
La dirección de escena está a cargo de Mauricio García Lozano. La escenografía fue diseñada por Jorge Ballina, y la iluminación es de Víctor Zapatero y Rafael Mendoza. El vestuario es creación de Mario Marín, y Maricela Estrada es la encargada del maquillaje. Participan, asimismo, el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes; el primero, dirigido por Luis Manuel Sánchez y Cara Tasher. Todos ellos, bajo la batuta del maestro José Areán.
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