Oaxaca.-Su manufactura impecable, la inclusión de textos magistrales de los connotados historiadores Miguel León-Portilla y Alfredo López Austin, los cuales fueron supervisados por ellos mismos; y cuidadas imágenes de al menos 44 antiguos documentos inscritos en el Programa Memoria del Mundo de la UNESCO, hicieron al libro Códices de México merecedor del Premio Caniem al Arte Editorial 2021.
La coedición del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Cultura y Turismo del Gobierno del Estado de México, resultó acreedora en la categoría Arte: Ensayos y Estudios, dentro del galardón que otorga la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem). En la ceremonia de entrega, el próximo 11 de noviembre, serán reconocidas 18 publicaciones y otras ocho obtendrán mención honorífica.
Los coordinadores general y editorial de la obra, Baltazar Brito Guadarrama y Vania Ramírez Islas, respectivamente, expresan que el reconocimiento a un volumen pensado y confeccionado desde instituciones culturales de carácter público, es un mérito importante, considerando la cantidad de publicaciones que año con año se postulan a los Premios Caniem, muchas de las cuales vienen respaldadas por grandes empresas editoriales.
Códices de México vuelve perdurables las ideas detrás de la exposición homónima presentada entre septiembre de 2014 e inicios de 2015, en el Museo Nacional de Antropología, con un plus añadido: ensayos que, en el caso del titulado Tiempo, escrito por el recién fallecido Alfredo López Austin, terminan siendo profundos tratados, pero con el aderezo de una pluma ligera.
Baltazar Brito, coautor del libro y director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH), la cual resguarda poco más de un centenar de códices —incluidos los únicos dos de origen prehispánico que se hallan en el país, Boturini y Maya de México—, refiere que existen volúmenes que han tratado el tema de forma general o muy particular, abocándose a las colecciones de aquellos que están en repositorios de Inglaterra, Estados Unidos y Francia, entre otros países.
“Creo que este nuevo libro, derivado de la muestra Códices de México, memoria y saberes, la cual mostró 44 códices originales bajo custodia de la BNAH, va más allá de un catálogo porque no se limita a la descripción formal de las pictografías. Por ejemplo, basta con revisar el estudio de López Austin, de más de 60 páginas, para darse cuenta que penetra en la concepción temporal del mundo mesoamericano.
“De esa manera, la obra aborda aspectos generales sobre la hechura, evolución e importancia de los códices como testimonios de culturas que resistieron y se reinventaron antes, durante y después del proceso de la conquista española, como lo deja ver el ensayo de Miguel León-Portilla; a la vez que brinda perspectivas novedosas en la aproximación y reflexión de temas intrínsecos en estos antiguos documentos, como es el poder, concepto que fue abordado por el historiador Javier Noguez Ramírez”, detalló.
Por su parte, en el ensayo Los cinco soles, el propio titular de la BNAH urdió una cronología biográfica sobre el estudio de los códices, la cual concentra igual número de momentos históricos en los que varios personajes realizaron aportes significativos para su lectura y comprensión. En el primero sobresalen frailes e indígenas nobles de los siglos XVI y XVII; mientras que en el segundo destaca el trabajo acucioso de intelectuales novohispanos como Carlos de Sigüenza y Góngora, Mariano Fernández de Echeverría y Veytia, o el padre José Antonio Pichardo, además del anticuario Lorenzo Boturini.
Esta vena más académica, en cuanto al estudio de los códices, continuaría en el siglo XIX de la mano de Francisco del Paso y Troncoso, Alfredo Chavero, Fernando Ramírez y Antonio Peñafiel, entre otros. Una cuarta época, la cual transcurrió en el siglo XX, estuvo caracterizada por la expansión de su investigación por figuras como Robert H. Barlow; finalmente —como señala Baltazar Brito—, el análisis de los códices vive un ‘quinto sol’, “una historia que aún está escribiéndose”.
De acuerdo con su coordinadora editorial, Vania Ramírez, Códices de México guarda equilibrio entre la parte documental y visual, de forma que “los lectores encontrarán en sus páginas diversidad de imágenes reproducidas de los códices originales, algunos completos, como el Códice García Granados, desplegado en el anverso y reverso de dos páginas.
“De otros solo se reprodujeron detalles, pues cabe recordar que los formatos de los códices suelen ser desplegables, ya sea en abanico como los confeccionados en papel amate, o mantas en el caso de los elaborados en tela, de manera que se brinda por lo menos una imagen o dos, para que las personas los admiren”, finalizó.
Con un tiraje de dos mil ejemplares, Códices de México puede adquirirse en las tiendas ImagINAH y librerías Educal, así como en el catálogo en línea disponible en: https://bit.ly/3nqudYU, y en la tienda virtual del INAH.