Oaxaca.-El suicidio es uno de los graves problemas de salud pública del mundo, al ocasionar alrededor de 800 mil defunciones al año, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos.
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, y en este 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) abundan sobre el estrés causado por la pandemia de COVID-19 que podría derivar en mayores casos de suicidio.
Centrarse en la prevención del suicidio es especialmente importante ahora. Aun en estos tiempos en que hay mayor distanciamiento físico, las personas aún pueden mantener conexiones sociales y cuidar su salud mental”, señalan.
De acuerdo con la OMS/OPS, por cada suicidio habrían más de 20 intentos. Es de precisar que este puede ocurrir a cualquier edad y se posiciona como la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 y 29 años de edad en el mundo.
Las estadísticas señalan que es 4 veces más frecuente en los hombres.
A pesar de que los suicidios se relacionan, en la mayoría de los casos, con trastornos mentales como la depresión el consumo del alcohol, otros ocurren impulsivamente en momentos de crisis, como problemas financieros, ruptura de relaciones, o dolor y enfermedades crónicas.
En el caso de México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) cifró los suicidios en 2018 en 6 mil 808, con Yucatán, Aguascalientes, Coahuila, Campeche y Querétaro como los estados con las tasas más altas.
De acuerdo con las estadísticas de 2018, del total de suicidios el 81 por ciento fue cometido por hombres y el 19 por ciento por mujeres.
La principal forma de suicidio en México es el ahorcamiento, seguido del disparo de arma de fuego y el envenenamiento.
Tratándose de menores de edad, no se puede hablar de una sola causa de suicidio, dado que se encuentran vulnerables a diversos cambios que pueden afectarles como los cambios hormonales, incremento de responsabilidades, crisis familiares, entre otros.
A nivel mundial el deceso por lesiones autoinfligidas fue la tercera causa de muerte en adolescentes en 2015. En el caso de México, en 2018 murieron por suicidio 641 niños, niñas y adolescentes de entre 10 y 17 años.
El ahorcamiento se ubicó como la principal forma de suicidio, seguido del envenenamiento y el disparo con arma de fuego.
La OMS llama a prevenir el suicidio mediante la detección y tratamiento tempranos de la depresión y de los trastornos por consumo de alcohol, así como a través del seguimiento a quienes han tratado de suicidarse y el apoyo psicosocial en las comunidades.