Roma – La expansión agrícola causa cerca del 90 % de la deforestación mundial, efecto mucho más pronunciado de lo que se pensaba antes, señaló hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) al dar a conocer los primeros resultados de su nuevo estudio mundial por teledetección.
La deforestación consiste en la conversión de los bosques a otro tipo de uso de la tierra, como la agricultura y la infraestructura. En todo el mundo, más de la mitad de las pérdidas forestales se debe a la conversión de bosques en tierras de cultivo, mientras que casi el 40 % de esas pérdidas corresponde al pastoreo, según el nuevo estudio.
Los nuevos datos también confirman una desaceleración general de la deforestación a escala mundial, a la vez que se advierte de que las pluviselvas tropicales, en particular, están sometidas a gran presión por la expansión agrícola.
“Según la Evaluación de los recursos forestales mundiales más reciente de la FAO, hemos perdido 420 millones de hectáreas de bosques desde 1990,” señaló hoy el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, en un discurso preparado para el diálogo de alto nivel de la COP 26 titulado “Ampliación de las medidas para invertir la tendencia de la deforestación” en el que la FAO presentó los nuevos datos. Con dicho fin, subrayó que aumentar la productividad del sector agroalimentario para satisfacer las nuevas demandas de una población en crecimiento y detener la deforestación no son objetivos mutuamente excluyentes.
Invertir la tendencia de la deforestación y ampliar los avances alcanzados con gran esfuerzo en este ámbito es de vital importancia para reconstruir mejor y de forma más verde después de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), añadió el Sr. QU.
Para que esa iniciativa surta efecto, tenemos que saber dónde y por qué se producen la deforestación y la degradación forestal y dónde es preciso adoptar medidas, afirmó el Director General, tras lo cual señaló que ello solo es posible combinando las últimas innovaciones tecnológicas con la experiencia local sobre el terreno. El nuevo estudio ofrece un buen ejemplo de ese tipo de enfoque.
Aumentar la productividad del sector agroalimentario para satisfacer las nuevas demandas de una población en crecimiento y detener la deforestación no son objetivos mutuamente excluyentes. Más de 20 países en desarrollo han demostrado ya que es posible hacerlo. En efecto, los nuevos datos confirman que en América del Sur y en Asia se ha conseguido reducir la deforestación.
Los bosques tropicales, amenazados
Según los nuevos datos, de 2000 a 2018 la inmensa mayoría de la deforestación registrada tuvo lugar en biomas tropicales. Pese a la desaceleración de la deforestación en América del Sur y Asia, las pluviselvas tropicales de estas regiones siguen registrando los mayores índices de deforestación.
Las causas de deforestación varían de una región del mundo a otra
La agricultura sigue siendo la principal causa de deforestación en todas las regiones excepto en Europa, donde el desarrollo urbano y de las infraestructuras tiene mayor repercusión, de acuerdo con el estudio. La conversión a tierras de cultivo domina la pérdida forestal en África y Asia, donde más del 75 % de la superficie forestal perdida se convirtió a tierras de cultivo. En América del Sur, casi tres cuartos de la deforestación se deben al pastoreo.
El estudio, dirigido por la FAO, se llevó a cabo mediante datos e instrumentos satelitales elaborados en asociación con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos de América (NASA) y Google y en estrecha colaboración con más de 800 expertos nacionales de casi 130 países.
El diálogo de alto nivel congregó a jefes y responsables de organizaciones integrantes de la Asociación de Colaboración en materia de Bosques para imprimir impulso a las medidas climáticas basadas en los bosques emprendidas en el marco de la iniciativa del Secretario General de las Naciones Unidas dirigida a invertir la tendencia de la deforestación. El acto también hará una destacada contribución a la Cumbre Estocolmo+50, el 17.º período de sesiones del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques (FNUB 17) y el examen en profundidad del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15 (Vida de ecosistemas terrestres) por el foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible (FPAN) en 2022.
Labor de la FAO dirigida a detener la deforestación
Teniendo en cuenta los múltiples vínculos entre los bosques, la agricultura y la seguridad alimentaria, el nuevo Marco estratégico de la FAO orientará las iniciativas de transformación de los sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.
Junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la FAO ayuda a más de 60 países a aplicar estrategias de reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques mediante el programa ONU-REDD.
La FAO también codirige junto con el PNUMA el Decenio sobre la Restauración de los Ecosistemas, importante oportunidad de traducir ideas innovadoras en medidas ambiciosas.
Además, en la reciente Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios se forjó una coalición entre países productores y consumidores, empresas y organizaciones internacionales para detener la deforestación y evitar los efectos perjudiciales sobre el medio ambiente de la conversión de tierras para la producción agrícola.
La Asociación de Colaboración en materia de Bosques dirigida por la FAO, que agrupa a 15 organizaciones internacionales, está preparando una iniciativa conjunta orientada a invertir la tendencia de la deforestación para acelerar la aplicación de medidas y ampliar los efectos.