Oaxaca.-A cinco años de los hechos violentos ocurridos en Asunción Nochixtlán, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) señaló que el derecho a la memoria, justicia y verdad son irrenunciables, especialmente en casos como este, en el que se registró un uso irracional de la fuerza pública que causó pérdidas de vidas humanas, lesiones y daños psicológicos a toda una comunidad.
El organismo autónomo recordó que el 19 de junio de 2016 elementos de corporaciones policiales federales y estatales atentaron contra pobladores de Asunción Nochixtlán y profesores adheridos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
En este sentido, sostuvo que un Estado democrático tiene la obligación de garantizar protección y reconocimiento a las víctimas de violaciones graves a derechos humanos que no son prescriptibles.
Por ello, dijo, resulta fundamental que las víctimas puedan acceder a la memoria, verdad y restitución de derechos, por lo que reconoció la organización y lucha emprendidas por las víctimas y las organizaciones que las acompañan.
Indicó que en casos de graves violaciones a derechos humanos como las ocurridas en Asunción Nochixtlán, es importante que el Estado aplique mecanismos que permitan a las víctimas directas e indirectas acceder a la justicia transicional.
Afirmó que los acontecimientos registrados el 19 de junio de 2016 en Nochixtlán siguen siendo un recuerdo muy doloroso para las familias y víctimas indirectas de las ejecuciones arbitrarias, así como para las personas que resultaron lesionadas y que vieron transformadas sus vidas a raíz de las heridas que sufrieron.
Además, insistió en que el reconocimiento pleno del derecho a la verdad es una demanda irrenunciable de las víctimas de graves violaciones a derechos humanos, sus familias y la sociedad entera, ya que conocer plenamente lo ocurrido, las circunstancias, sus causas, así como identificar a los perpetradores es una forma de combatir la impunidad y una acción que coadyuvará a evitar que este tipo de hechos se repitan.
La DDHPO apuntó que reconocer el derecho a la memoria como un derecho humano es esencial para lograr la reconstrucción del tejido social en la entidad, además la memoria colectiva es un bien común y la herramienta por medio de la cual se liga el pasado con el presente y ayuda a romper con la impunidad.
El derecho a la verdad ofrece a las víctimas y a sus familiares la oportunidad de recuperar la dignidad y aliviar en cierta manera el dolor de las pérdidas sufridas, conocer la verdad también ayuda a la sociedad entera a promover la rendición de cuentas respecto de las violaciones graves a derechos humanos, recalcó.
De igual forma, la institución señaló que la memoria viva no es únicamente la de las víctimas y familiares, sino que tiene que ser asumida por las instituciones del Estado para no repetir lo sucedido en Asunción Nochixtlán.
Finalmente, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca reiteró la demanda de justicia y sanción a los responsables de estos hechos, tanto a los materiales como a los intelectuales.