Oaxaca.-El intercambio de conocimiento, arte, lenguaje y otros aspectos de la cultura, fomentan mayor entendimiento entre los países, de ahí que México puede aprovechar más su riqueza cultural que le permite tener lo que en diplomacia se llama un “arma suave”; es decir, un medio de entablar relaciones con el mundo, coincidieron expertos.
Ahora que es el momento de construir puentes entre naciones, las instituciones de educación superior tienen un papel fundamental a través de la cultura, consideraron.
Durante el ciclo “Diálogos bilaterales 2021. Tendiendo puentes en la relación México-Estados Unidos”, se abordó el tema Diplomacia Cultural en el cual Benjamín Juárez Echenique, director de la sede UNAM-Boston, recalcó:
Para evitar prejuicios y racismo, lo primero es conocer al otro. Ante las reacciones automáticas o preconcebidas por lo que hemos leído o visto en películas, hay que tener apertura. Debemos luchar contra esa herencia de prejuicios implícitos y celebrar la diversidad, que es lo que hace grande a cualquier país; México es ejemplo de ello.
La UNAM agrega a sus funciones de investigación y docencia la difusión de la cultura. En el Centro de Estudios Mexicanos a su cargo, las actividades se relacionan con “el compromiso feroz de ser incluyentes, diversos y dar la misma oportunidad a todos los hispanohablantes para que lleguen al éxito académico”, añadió en el encuentro organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, así como por las sedes UNAM-Chicago y UNAM-Los Ángeles, Estados Unidos.
Entre la FCPyS y la Universidad de Massachusetts, en Boston, por ejemplo, existe lo que se denomina Collaborative onLine International Learning Experiences, donde profesores de ambas instituciones se ponen de acuerdo en un temario y la evaluación y participan estudiantes de los dos países en clases bilingües. De ese modo se conocen y luego llevan a cabo investigaciones. La tecnología debe servir para unirnos, recalcó.
Juárez Echenique recordó que en la Unión Americana radican 40 millones de mexicanos, algunos de ellos talentosos jóvenes DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, por sus siglas en inglés); también Robert Treviño, destacado músico quien dirige la orquesta del País Vasco y fue nombrado nuevo director principal invitado de la Orquesta Sinfónica Nacional de la RAI, la empresa pública de radio y televisión italiana. Ellos, por alguna circunstancia, están del otro lado de la frontera, pero “debemos reconocerlos como nuestros”.
En tanto, Gerardo Estrada Rodríguez, profesor de la FCPyS, recalcó durante su intervención:
México tiene una larga tradición diplomática en donde se han destacado personalidades como Octavio Paz o Fernando del Paso, quienes dejaron una huella profunda en la cancillería mexicana y fortalecieron las relaciones entre México y las naciones donde estuvieron en misión.
El también excoordinador de Difusión Cultural de la UNAM expuso que en esta materia nuestro país ha hecho diversos esfuerzos, pero ha faltado continuidad; se crean programas y luego desaparecen, como uno que se dedicó a las fronteras hace décadas.
Además, es fundamental que los jóvenes que estudian Relaciones Internacionales entiendan la importancia de la diplomacia cultural. Ser agregado en este rubro es un cargo significativo y establecer relaciones de ese tipo entre las naciones tiene la misma relevancia que la política o la economía, por ejemplo.
Si hay un puente para entablar cualquier diálogo es el de la cultura, a través de la música, las artes, donde los seres humanos nos encontramos y sabemos lo que compartimos, aseguró Estrada Rodríguez, también exdirector del Instituto Nacional de Bellas Artes.
En tanto, Armando Vázquez Ramos, CEO de The California-Mexico Studies Center y activista, destacó que en México no se conoce la importancia del capital humano que vive en Estados Unidos; no sólo se trata de las remesas. “Más de la mitad de los zacatecanos y guanajuatenses ya viven de este lado”, ejemplificó.
Hay que impulsar esta idea en las universidades, por medio de las extensiones o sedes, como las de la UNAM en la Unión Americana, para incrementar el intercambio de profesores y estudiantes, a fin de que sea representativo del tamaño de nuestra población en ambos lados de la frontera, expuso.
Mi trabajo, relató, se enfoca en la relación entre California y su primer socio: México. No hay un plan estratégico sobre el futuro de esa relación, ni políticas con recursos destinadas a ese objetivo. Por ello, reiteró, el puente se puede construir por medio de las instituciones de educación superior.
Por ejemplo, subrayó, dos académicos de nuestra comunidad encabezarán el sistema universitario más grande de Estados Unidos, el de la Universidad Estatal de California (Cal State), con aproximadamente medio millón de alumnos, y donde casi la mitad son de origen latino, principalmente mexicano.
Vázquez Ramos recordó que en la actualidad hay de tres y medio millones a cuatro millones de latinos en educación superior en Estados Unidos; de ellos, 65 a 70 por ciento son de origen mexicano. En el vecino país del norte se capacita a casi el equivalente de jóvenes que en México; esa es la importancia de tender puentes.