La instancia señaló que las pandemias, como la del VIH y actualmente la del COVID-19, tienen efectos psicológicos muy importantes sobre la población, derivados de la percepción de incertidumbre, confusión y sensación de urgencia que generan.
El acompañamiento psicológico es fundamental tanto en personas con VIH, como para el resto de la población, ya que es previsible que el estrés pandémico afecte a sectores clave de la sociedad, así como a aquellas personas que enfermaron, sus familiares y sobre todo, el personal médico que atiende en primera línea.
Resaltó que es importante mencionar que la salud mental, comprende la manera en que cada individuo armoniza sus deseos, anhelos, habilidades, ideas, sentimientos y valores morales con los requerimientos para hacer frente a las demandas de la vida, en este caso ante la situación por el COVID-19.
El Consejo señaló que el bienestar emocional y mental de las personas con VIH, es fundamental, ya que con el simple hecho de conocer su estatus ante la infección, supone un gran impacto en las personas, quienes, de no ser abordadas por personal de psicología especializada, podrían llegar a presentar cuadros de depresión, lo cual afectaría en su recuperación
Finalmente el Coesida mencionó que la salud mental es vital para el desarrollo pleno de todas las personas, es por ello que reconoció el trabajo de las y los profesionales de la psicología que realizan en favor de una sociedad más inclusiva, justa y sin discriminación.