“A lo largo de la historia en todas las sociedades, las mujeres hemos enfrentado en lo colectivo y lo individual la discriminación por ser mujeres y las consecuencias de ello, aun cuando su combate está previsto en instrumentos internacionales ratificados por el Estado Mexicano y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos garantiza el derecho a la misma dignidad para todas las personas”, agregó la funcionaria.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2017), 84 millones de personas en el país mayores de 18 años, se han sentido discriminadas por algún motivo. Entre los más frecuentes se encuentran los relacionados con la forma de vestir, arreglo personal y por su complexión física; el 30% por sus creencias religiosas; el 24% de la población ha sentido discriminación por sus rasgos indígenas, y de ellas, 40.3% consideró que la causa que propició esa situación de discriminación es su condición de indígena.
En este contexto, Vásquez Colmenares afirmó que es importante situar la conversación desde una perspectiva feminista y de interculturalidad porque ambos enfoques cuestionan las relaciones asimétricas de poder entre la cultura dominante y otra, la cultura hegemónica y las demás a las que este eje hegemónico quiere normar y mandatar y ese poder asimétrico impacta de manera diferenciada a las mujeres según sus contextos y condiciones de vida y de desarrollo.
En su participación, las tres panelistas inicialmente argumentaron sobre la relación entre género y discriminación, donde forzosamente coincidieron se tiene que hablar de violencia. Asimismo, refirieron que si las leyes existentes en la materia se cumplieran a cabalidad, no habría necesidad de espacios de diálogo como este conversatorio. También enfatizaron en la discriminación hacia las mujeres por su condición indígena, originando la violación a otros de sus derechos.
Más adelante disertaron sobre el significado de la interculturalidad y su relación con la discriminación racial, destacando que la concienciación del primer concepto significaría por ejemplo -dijo la Maestra Zenaida Pérez Gutiérrez- “que nuestras lenguas indígenas estuvieran en la misma categoría del español y la iniciativa de Pluralismo Jurídico no estuviera detenida en el Senado; que en el sistema de medicina de las parteras tuvieran el reconocimiento y no esperar a la aparición del Covid-19 para reconocer sus aportes a la humanidad”.
Agregó que vivir la interculturalidad significaría que realmente no importe la cultura y condición social, su forma de vivir y de elegir a sus autoridades estaría valorada, recibiendo un trato respetuoso, igualitario por el hecho de ser personas. En tanto Martha Aparicio enfatizó en “blanquear la historia” para que el pueblo afromexicano no sea sólo un inciso, sino que esté a la par de todas y todos.
Al cuestionamiento si existe o no una tensión entre los derechos colectivos de comunidades afro e indígenas y los derechos de las mujeres, las panelistas destacaron la sabiduría ancestral de la construcción del acuerdo. Al respecto, Aparicio Rojas advirtió que el gran reto como mujeres y hombres es reflexionar cómo en nuestros espacios aportamos para transformar esto porque nos perjudica en lo individual y en lo colectivo.
Ante el cuestionamiento sobre espacios en los medios de comunicación para la pluralidad, las especialistas y activistas se pronunciaron por crear alternativas propias, Rogelia González Luis habló de la radio comunitaria que desde su asociación han creado. Por su parte Martha Aparicio sugirió buscar permanentemente formas de incidir y promover una cultura de paz que nos lleve a una sociedad más consciente, que cuestione la cosificación del cuerpo de las mujeres y se pueda contrarrestar el capitalismo hegemónico.
Finalmente, cada una de las panelistas planteó rutas a seguir en la prevención y erradicación de la discriminación racial y de género.
Si deseas ver el conversatorio completo puedes consultarlo en el siguiente link: https://www.facebook.com/SMOGobOax/videos/159154399298574