Oaxaca.-La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) entregaron el máximo reconocimiento que hace el Estado mexicano a quienes contribuyen de manera fundamental con su trayectoria a enriquecer la diversidad artística que caracteriza a nuestro país.
La directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, expresó: “el día de hoy hacemos la entrega de medallas especiales. Son medallas que no se entregan año con año, sino que se entregan conforme el latir de la vida artística y la contribución de sus protagonistas lo va exigiendo”.
En la Sala Manuel M. Ponce, la titular del Inbal afirmó que los espacios artísticos, literarios, escénicos tuvieron que cerrarse; todos nos encerramos para poder reencontrarnos a nosotros y a nosotras mismas con las posibilidades de sobrevivir y de pronto salir transformados a encontrarnos con una posibilidad de sintetizar aprendizajes y de poder generar una humanidad mucho más benigna, más fuerte, más humanitaria, por llamarla de alguna manera.
En este sentido consideró este día como significativo, al responder con la entrega de Medallas de Oro “a estas cuatro grandes trayectorias, figuras del arte mexicano, porque con su aporte están haciendo crecer y están haciendo que la memoria artística de México sea viva”.
Durante el tercer día de entrega del máximo galardón cultural, la directora general del Inbal elogió a Miguel Sabido, gran tlamatini, quien ha dedicado su vida al reconocimiento de ese mundo de la ritualidad escénica que anida en la cultura mexicana, en la cultura de los pueblos, en aquello que nos hace saber quiénes somos, sin cuyo trabajo y sin cuya ritualidad en estos pueblos no seríamos lo que somos”.
Recordó que recientemente, desde sus propios esfuerzos personales, con su hermana que ha sido fundamental en este trayecto, ha generado el Museo Digital Miguel Sabido, un acervo que constituye una puerta abierta a diferentes ventanas de la cultura ritual de México, y que ha puesto esto al servicio de todas y todos en nuestro país, dando una oportunidad a que el mundo pueda apreciar las culturas vivas de México”.
En la ceremonia, la Dra. Lucina Jiménez refirió que Miguel Sabido, uno de los grandes maestros, supo reconocer desde el principio de los tiempos el valor del teatro popular mexicano en las diferentes lenguas y quien ha dedicado esa pasión a ese México profundo, porque es conocedor del valor de estas expresiones tradicionales de los pueblos, de esa parte del patrimonio vivo del cual nos sentimos profundamente orgullosos.
Al hablar de la compositora mexicana Gabriela Ortiz, la titular del Inbal señaló que ha puesto en letras mayúsculas su nombre y el de México, y lo ha hecho en los escenarios internacionales más importantes de la música contemporánea.
Comentó que pese a ser tan joven, Gabriela Ortiz ya es miembro de El Colegio Nacional y su obra es interpretada por las mejores orquestas de Estados Unidos y de Europa, además, dijo, es un ejemplo de compromiso con la música y con la vida misma. Se trata de una gran creadora ejemplar.
En el recinto cultural más grande e importante de México y América Latina, enfatizó que la galardonada con la Medalla de Oro ha hecho su indagación musical para dar vida a una obra que rompe fronteras, no solo entre tradiciones musicales, sino entre culturas, entre géneros y ambientes culturales. Ha hecho que la música se convierta en ese gran espacio donde concluyen visiones, sentires, tradiciones, con un rigor muy grande que ha construido con disciplina y con un compromiso tremendo.
De Irma Palacios, refirió, tenemos que decir que es una pintora fundamental en la consolidación, en el tránsito entre generaciones que hacen ese diálogo, ese puente entre quienes se forman en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, con toda esa pléyade de grandes creadores que generan esa ruptura en la línea del tiempo del arte mexicano.
“Pero es ella y su generación quienes consolidan una propuesta estética en México, dando lugar a ese arte abstracto en el que explora desde su propio interior con un rigor de un trabajo técnico, pero además expresivo que logra hacer que podamos encontrar en su obra escenarios vitales, fibras que nos conducen a imaginar la naturaleza, que nos permiten saber que hay algo más allá de lo aparentemente evidente, algo que nos deja saber que la imaginación y la creación artística es infinita y es ella quien constituye este puente fundamental”.
Rememoró que desde su juventud la pintora Irma Palacios irrumpió en el mundo del arte al ser ganadora de la primera emisión de la Bienal Rufino Tamayo. Y agregó: “Cada vez que nos refiramos en el mundo de las instituciones a esa bienal, tengamos que rendirle honores, hacerla crecer y estar siempre actualizada a su tiempo, pero tener claro y consciente que de ese lugar han salido figuras tan trascendentes como Irma Palacios, a quien le debemos todo este tiempo y a quien le debemos la posibilidad de abrirnos el tiempo y el mundo que hemos de abordar con esta generación”.
Por último, al entregar el galardón de Héctor Bonilla a la actriz Sofía Álvarez, la directora general del Inbal expresó: También hoy rendimos tributo a un gran actor, ante cuya obra nos ponemos de pie para celebrar un homenaje póstumo.
Recordó que por fortuna se le hizo un homenaje al cumplir 50 años de trayectoria y fue la comunidad de las artes escénicas y de la literatura, en las cuales contribuyó de manera fundamental a hacer crecer este mundo cultural mexicano, quien tuvo la oportunidad de acompañarle, de reconocerle, de aplaudirle, de agradecerle y al mismo tiempo de acompañarle en esa lectura que hizo de su epitafio, único e irrepetible en su trayecto, en su carrera profesional y en su condición humana, nos compartió lo que él quería.
El Inbal, como parte de este órgano vivo que son las instituciones culturales de México, cumplen con un cometido fundamental, hacer que la cultura artística de México siga viva, se enriquezca y al mismo tiempo tengamos esa generosidad y ese respeto para quienes dedican su vida a hacer del arte su pasión y espacio de encuentro y de diálogo para comprender, para buscar una esperanza distinta en este mundo, agregó la Dra. Lucina Jiménez.
El evento, presidido por el director general del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, Juan Carlos Bonet, en representación de Alejandra Fraustro Guerrero, secretaria de Cultura federal, y de la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, entregaron la presea a los galardonados en medio de largos aplausos y reconocimiento por parte del público asistente.
El cariño de voces muy contrastantes: Fernando Bonilla
Después de agradecer el reconocimiento otorgado a su padre, Fernando Bonilla señaló que la mejor definición que ha leído sobre el legado del reconocido artista se encuentra en un fragmento de Víctor Hugo Rascón Banda, que hizo a partir de la obra El extranjero y que marca lo que su padre hizo en toda su vida. “Le faltaban horas del día y su legado consiste precisamente en eso, que nunca tuvo el menor recato en intentar hacerlo todo de la manera más profesional e integrada”.
Cuando se murió mi papá fue abrumadora la respuesta y muy impresionante la unanimidad del reconocimiento, el respeto y el cariño de voces muy contrastantes. Su legado artístico es muy amplio y variado, porque así fue toda su vida. Fue compositor, cantante, dramaturgo, productor y fundamentalmente actor y esencialmente un hombre de teatro, señaló.
Celebra 85 años de vida y 70 de trayectoria artística
Por su parte, el maestro Miguel Sabido destacó que, con la Medalla Bellas Artes de Oro, celebra sus 85 años de vida y 70 años de trayectoria artística, “una presea destinada a las mujeres y los hombres que han contribuido a resguardar y enriquecer la identidad cultural de nuestra patria. Gracias por permitirme pertenecer a ese grupo y compartir este jubilo con la fascinante pintora Irma Palacios y la compositora Gabriela Ortiz, con quien me encantaría hacer una ópera de La falsa crónica de Juana la loca”.
En su intervención, la artista plástica Irma Palacios agradeció la presea otorgada y afirmó que todo lo que realiza lo comparte a través de su pintura. “Siempre pienso en la mirada que va a confluir con el cuadro, porque las personas que lo ven me conmueven muchísimo. He seguido mi exposición para oír los comentarios y hoy recibí un halago maravilloso. Uno puede conmover con una mancha, con un color o con un pensamiento y muchas gracias a la gente que se dedica a la cultura”.
Sin ellas jamás hubiera podido estar aquí, dijo Gabriela Ortiz
Mientras que la compositora Gabriela Ortiz dedicó el reconocimiento a todos sus familiares “y a las mujeres que en su momento desafiaron la sociedad en la que se desarrollaron poniendo de manifiesto su labor artística. Sin ellas, dijo, jamás hubiera podido estar aquí. Esta medalla representa para mí una señal de esperanza para todas nosotras, para que quizá muy pronto llegue esa coyuntura en la que nuestro trabajo sea valorado desde el ámbito artístico y no para otorgarnos un espacio solo por cuestiones de género, raza o cultura”.
La presentación de los galardonados con la Medallas de Oro Bellas Artes estuvo a cargo de Laura Ramírez Rasgado, subdirectora general del Inbal, Julieta Egurrola, Lisbi Cuéllar, Jaime Moreno Villarreal y Víctor Barrera, quienes ahondaron en la trayectoria, experiencias y vivencias que han tenido con los artistas reconocidos.
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