Oaxaca.-Desde hoy y hasta el viernes 5 de agosto, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alberga el XVI Congreso Internacional de Estudios Clásicos de la Federación Internacional de las Asociaciones de Estudios Clásicos (FIEC, por sus siglas en francés), que reúne aproximadamente a 500 académicos de 26 países de los cinco continentes.
Esta es la primera vez que México organiza este magno evento de la FIEC –que tiene más de siete décadas de haberse creado- y que lleva como título Los estudios clásicos y el continente americano. Otros ojos… ¿Mismo canon? En esta actividad académica se presentarán 12 conferencias magistrales y más de 200 ponencias especializadas en temas propios de estudios de la cultura clásica grecolatina, así como de asuntos actuales: globalización, xenofobia, identidades, vejez, estudios de género, misoginia y empoderamiento de las mujeres, aseguró al inaugurar el encuentro la coordinadora de Humanidades de la UNAM, Guadalupe Valencia García.
“Permitirá no sólo profundizar en los estudios clásicos, sino que buscará vasos comunicantes con otras culturas y con otras épocas. El mundo novohispano, por ejemplo, fue labrado en el imaginario europeo, cargado de mitos y cultura grecolatina, permeando el imaginario mexicano y transformándolo a través de siglos”, agregó.
En el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, Valencia García destacó que los diversos temas serán expuestos en abanico de lenguas: español, italiano, inglés, portugués, griego, latín y también lenguas indígenas. “Será un congreso en el que se reunirá pasado, presente y futuro, pues con el uso de las nuevas tecnologías permitirá a los participantes debatir desde todos los puntos del mundo y proyectar sus conclusiones para el futuro”.
La funcionaria universitaria celebró que como parte del Congreso se convocara a alumnos del bachillerato de la UNAM a participar en el Certamen sobre un tema clásico, griego, latino o grecolatino, en creación literaria, representación escénica, arte digital, fotografía y juegos didácticos. Los ganadores se darán a conocer en la ceremonia de clausura, el próximo 5 del mes en curso.
En su oportunidad, la vicepresidenta del Consejo Directivo de la FIEC e investigadora del Centro de Estudios Clásicos del IIFs, Martha Patricia Irigoyen Troconis, dio la bienvenida a los participantes a este acto que se realiza en formato híbrido.
Acompañada por la representante de la Asociación Mexicana de Estudios Clásicos, Aurelia Vargas Valencia, expuso que la Federación se fundó en 1948, bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y su sede está en Suiza. Desde entonces, cada cinco años realizaban su congreso internacional, hasta que en 2019 se decidió efectuarlo cada tres años. El próximo se llevará a cabo en Polonia.
Al hacer uso de la palabra, el director del IIFs, David García Pérez, apuntó que por parte de la UNAM el Congreso es organizado por esta entidad académica y la Facultad de Filosofía y Letras, a través del Centro de Estudios Clásicos y del Colegio de Letras Clásicas.
Recordó que a la llegada de los europeos al continente americano fue considerado un espacio maravilloso donde podría abrazarse la utopía de la que hablaba Tomás Moro y donde se imaginó también un hombre nuevo. Deseó que durante el Congreso, al revisarse los cánones, desde la realidad y la utopía americana, la identidad irrenunciable de cada pueblo y la diversidad de estos se origine la necesaria dialéctica que lleve a la generación de nuevo conocimiento.
Foro contencioso
La primera conferencia magistral se tituló Defensa de las mujeres de los pueblos originarios en la obra de Fray Alonso de la Veracruz, a cargo de la académica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional, Carolina Ponce Hernández, se refirió al primer tratado jurídico sobre los matrimonios escrito en América, redactado por el fraile agustino, quien estudió la realidad de los mexicas y los purépechas y lo contrastó con los matrimonios europeos.
El Speculum Coniugiorum o Espejo de Matrimonios fue impreso en 1556 y se divide en tres partes: el matrimonio en general; los matrimonios de los indígenas; y el divorcio.
“Son artículos expuestos a manera de dudas, que se dirimen con las diversas posturas de especialistas en los temas, como un foro contencioso para establecer una sentencia en la mayoría de los casos”, señaló.
Ponce Hernández explicó que este documento se escribió luego de que en 1552 Felipe II solicitó a teólogos, canonistas y juristas que establecieran un foro contencioso de causas matrimoniales entre los indios y los españoles, a fin de presentar directrices y resolver los numerosos problemas que se manifestaban en el Nuevo Mundo.
La obra impresa en 1556 tomó como punto de partida a Aristóteles. En ella se expone que el matrimonio fue instituido por Dios desde antes del pecado original y, por ende, también hay matrimonio entre los indígenas.
Además, el franciscano quien fue fundador de la Real Universidad de México y de la primera escuela de filosofía europea en América, también afirmó que para que haya matrimonio se requiere de la libre voluntad y de igualdad, así como que la potestad del cuerpo del ser humano libre no es transferida a otros.
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