Oaxaca.-En medio de una devastadora crisis humanitaria y de seguridad en Haití, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, insta a los Estados de la región y de otras zonas para que suspendan el retorno forzado de la población haitiana a su país.
La violencia (incluida la violencia sexual), los secuestros, los saqueos y los bloqueos de carreteras perpetrados por grupos armados, así como el reciente brote de cólera, han agravado una situación humanitaria ya dramática en Haití, marcada por la aguda inseguridad alimentaria, la escasez de combustible, y la falta de atención médica y saneamiento. Millones de niñas y niños no pueden ir a la escuela, padecen desnutrición y viven con miedo.
Como advirtió la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, las violaciones sistemáticas de los derechos y la incesante violencia armada han precipitado el descenso del país a su “peor situación humanitaria y de derechos humanos en décadas”.
“Ante esta situación tan preocupante, exhorto a todos los Estados a que se solidaricen con Haití y les pido que no devuelvan a la población haitiana a un país que es extremadamente frágil”, declaró el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
Las personas haitianas – mujeres, niñas, niños y hombres – que están fuera del país y que son devueltas a él pueden enfrentar nuevos desplazamientos, así como riesgos de seguridad y de salud que atentan contra sus vidas.
El traslado forzado de personas a un lugar en el que existe el riesgo de que sufran persecución, tortura u otros daños graves o irreparables equivaldría a una “devolución”, que está explícitamente prohibida por el derecho internacional de los refugiados y de los derechos humanos. El derecho internacional también prohíbe las expulsiones colectivas y las detenciones arbitrarias asociadas a ellas.
ACNUR recuerda a los Estados que las personas haitianas que deseen solicitar protección internacional deben tener acceso a procedimientos de asilo justos y eficaces.
ACNUR también insta a los Estados a que detengan los retornos forzados de personas haitianas cuya solicitud de asilo fue rechazada antes de los recientes acontecimientos. Esto incluye a quienes anteriormente no necesitaban protección internacional, pero, dadas las nuevas circunstancias en Haití, ahora tienen motivos para presentar una solicitud de asilo.
En vista de la grave situación actual, animamos a los gobiernos a que garanticen que los haitianos tengan acceso a servicios de protección y apoyo, independientemente de las razones por las que hayan abandonado su país. En el caso de las personas que no cumplan los requisitos para recibir protección como refugiadas, esto puede lograrse mediante la concesión de protección complementaria, protección temporal, admisión humanitaria u otros acuerdos de estancia legal hasta que la situación de seguridad en Haití permita un retorno seguro.
La ONU sigue trabajando con el Gobierno de Haití, los grupos de la sociedad civil y las partes interesadas del sector privado en la búsqueda de un futuro pacífico, seguro y próspero para el país.
ACNUR también tiene la disposición de apoyar a los gobiernos de toda la región para garantizar el respeto de los derechos de los haitianos, incluida la ayuda en el diseño e implementación de mecanismos de protección complementarios u otros acuerdos de estancia legal cuando sea necesario.
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