Oaxaca.-Vannia Ganja llega temprano al Foro 3 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), edición 42, donde se presentará ante el público infantil de escuelas primarias, quienes visitan la feria tras dos años de pausa de las actividades presenciales, a causa de la pandemia de Covid-19.
Vannia es el hada cuentera, que por primera vez hará su aparición en la FILO. Porta un vestido de vuelos y olanes de color rosa pálido, unas botas negras muy altas y guantes a juego. Su cabello rubio y ojos rodeados de enormes pestañas enmarcadas por glitter plateado, llaman la atención a su paso.
Ésta es la primera vez que la feria más importante de la literatura en Oaxaca invita a una artista drag a participar en sus actividades.
El hada cuentera está nerviosa y emocionada. Antes de iniciar la actividad, se oculta tras el escenario para sorprender a las y los niños de quienes dice, en entrevista con EL UNIVERSAL, que son como una hoja en blanco y procesan de manera excelente la información.
Para Vannia, conquistar nuevos públicos es un reto que asumió desde hace unos meses cuando fue invitada a leer a infancias en la Proveedora Escolar. Asegura que las opiniones del público adulto sobre su expresión e identidad son variadas; no obstante, las del público infantil siempre son positivas.
Las niñas y niños no tienen miedo de preguntar, aplaudir, bailar al ritmo de la música y ovacionar la actuación del hada, quien hace impresionantes piruetas sobre el escenario. Un woow de los asistentes se escucha al unísono.
Vannia Ganja leyó Media torta para Lupita, un cuento que forma parte de la colección Kipatla de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), sobre una niña que vive con VIH.
Para las infancias, no es difícil entender y empatizar con las lecturas, porque son situaciones que viven de manera cotidiana, sostiene la cuentera drag.
Añade que sumarse a actividades como ésta también es una oportunidad para que las personas sepan que el drag no se trata de un arte limitado a las presentaciones nocturnas, en espectáculos y en bares.
“También es una forma de hacernos visibles como comunidad LGBTIQ+ y de hablar de temas como la discriminación y el VIH”, indica.
El programador infantil de FILO Chamacxs, dirigido a infancias de seis a 12 años, Antonio Toledo, precisa que la curaduría del programa “fue una aventura” a la hora de pensar en la reincorporación a los espacios públicos tras pandemia, pues el tiempo de aislamiento abrió la reflexión hacia estos temas.
“Las niñas y los niños son muy inteligentes. Somos las y los adultos quienes les ocultamos las cosas, pero ellas y ellos lo ven en su familia, amigos, en la escuela… por eso quisimos crear un espacio seguro, donde ellas, ellos y elles se sintieran seguros”, apunta.
Sobre la colección de la Conapred y la presentación de Vannia, Antonio Toledo afirma que la FILO es un espacio en donde todas las voces son escuchadas y pueden converger.
“De pronto hay adultos que se descolocan ante la presencia de personas que hacen drag, pero el elemento sorpresa sucede también en conciertos y otro tipo de actividades”.
Agrega que aunque actividades como éstas representan un reto, están pensadas para las infancias del futuro, quienes van a ser formadas por las personas que asistieron a las dinámicas donde la inclusión es un elemento principal.
Asimismo, indica, el programa está pensado para hacer reflexionar a las personas adultas. Estos espacios, precisa, se abren también para la reflexión de las y los profesores que acompañan a los grupos de escolares.
“La atención es un terreno que se conquista… el público infantil es muy exigente”, anota y asegura que fue Vannia quien asumió el reto de conectar con las y los pequeños, a través de la magia de quien es ella.
“Las experiencias que ha tenido han sido retadoras también para ella, porque ha sido un ambiente totalmente distinto al que regularmente es donde sucede el arte drag. Estoy muy orgulloso de lo que hace Vannia, las niñas y los niños la admiran”, expresa Toledo.
Señala que la presentación de una artista drag para la lectura fue una sorpresa para las y los profesores, pero tuvo excelente aceptación. “Este año teníamos que volver con todo. Y éste fue el momento decisivo para abordar estos temas con fuerza”.
Alrededor de 400 niños asisten a la FILO de manera simultánea para fortalecer su contacto con la literatura y lo que emana de ella. Para este año, fueron invitadas 60 escuelas.
“Las y los invitados elegidos este año tienen algo en común: no son políticamente correctos”, sentencia Antonio Toledo, quien menciona como ejemplo a la dibujante y autora argentina Isol, quien aborda temas como la maternidad desde una perspectiva no romantizada, y que trata los aspectos no tan positivos de esta vivencia.
Este año, además, se incluyeron a autorxs de la comunidad trans que irrumpen en espacios con expresiones de género más allá del binarismo, mismas que son recibidas de forma positiva por la mayoría del público.
“Año con año, la feria va respondiendo a la realidad. Ese es un camino que ya se abrió para la feria. Estamos consolidando un espacio aliado y seguro para la comunidad LGBT”, finaliza Antonio Toledo.
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