Oaxaca.- Con la elaboración de libros de insectos, colores, números, crucigramas, rompecabezas y actividades didácticas en su diidxazá (zapoteco), el lingüista Víctor Cata colabora con la enseñanza y el rescate de su lengua madre a partir de la oralidad y la escritura.
Esta herencia lingüística de sus abuelos la compartió con niños y adultos de Ixhuatán, un municipio del Istmo de Tehuantepec donde quedan pocos hablantes, apenas el 2%.
“Estamos a tiempo de rescatar nuestro diidxazá (zapoteco)”, expresó el también historiador, al compartir que en 15 días las niñas y niños conocieron esta lengua e incluso ya pueden hablarlo.
El taller de zapoteco fue una invitación que le hizo el presidente municipal, Felipe López Matus, con la única intención de promover la lengua.
Cata dividió en dos grupos el taller, uno para niñas y niños y el otro para adultos. A los menores les compartió cuentos, adivinanzas, loterías y un sinfín de actividades, mientras que los adultos elaboraron frases, conocieron números y lograron entablar un diálogo.
La enseñanza de la lengua zapoteca tiene como cualquier idioma sus complejidades, pero el maestro lo ha adaptado a las necesidades de un aprendizaje.
“Los niños pudieron llevar una conversación en zapoteco, además presentaron un cuento tradicional que los abuelos contaban en luna llena”, dijo.
Con los adultos, el maestro realizó una barda con nombres de pueblos en zapoteco, por lo que quien llegue a Ixhuatán podrá observar los nombres en esta lengua.
Discriminación a las lenguas originarias
La conclusión del taller se realizó en un evento en la explanada principal de Ixhuatán y se hizo masivamente para que toda la sociedad se involucre para su revitalización.
Al maestro Cata le preocupa la falta de hablantes en este municipio ya que en la región zapoteca “solo el 2% de los lugareños hablan el zapoteco en Ixhuatán, estamos perdiéndolo, debemos involucrarnos todos desde la casa y la sociedad”, indicó.
Explicó que fue a mediados del siglo XIX que México como país adoptó la política pública de desaparecer a las lenguas indígenas por considerarlas “dialectos”, que impedían el desarrollo del país, y “que hacían más ignorante y tonta a la población hablante”.
Esto lo que reflejó fue una discriminación a las lenguas originarias de nuestro país, que en vez de ser vistas como una riqueza lingüística, fueron catalogadas como lenguas que obstaculizan el desarrollo de la nación.
“Ahora se lucha contra esa política del siglo XIX que borró a muchas lenguas de México. Por fortuna tenemos todavía hablantes del zapoteco y las mujeres ocupan un lugar muy importante, en especial las abuelas porque ellas son transmisoras de las palabras, de los cantos, de los chistes y de todo el pensamiento y la cultura zapoteca”, explicó.
El historiador quien actualmente realiza trabajos de investigación filológica con los abuelos zapotecas para recabar información sobre los sonidos y palabras informó que además de Juchitán, los pueblos como Santa María Xadani, San Blas Atempa y Álvaro Obregón conocido como (Gui’ xhi Ro’) son los que han conservado más su lengua, pues sus niños y niñas lo hablan fluido que inclusive cantan y hacen rimas y chistes con el zapoteco en más del 90%.
Con informacion de Diana Manzo / Aristegui Noticias