Oaxaca.-Mediante conferencia de prensa y atraves de redes sociales la periodista y defensora oaxaqueña, Soledad Jarquín Edgar posterior a una marcha por calles de la ciudad capital. anuncio que este mes denunciará ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la impunidad, corrupción y falta de justicia del Estado mexicano en el caso del asesinato de la fotoperiodista María del Sol a cuatro años de su asesinato "Y no ha ocurrido absolutamente nada; al contrario,en Oaxaca han fallado las instituciones”, enfatiza con coraje la madre de María del Sol, quien tiene como principal fortaleza la promesa que le hizo a su hija antes de sepultarla: “el de no dejar impune su feminicidio”.
“No sé nada, no tengo idea de lo que ha ocurrido, hay seis carpetas de investigación abiertas pero ninguna autoridad actúa”, señala al recordar que el 2 de junio del 2018 en Juchitán, Oaxaca asesinaron a su hija, y también a Pamela Terán, candidata del PRI a segunda concejal y a su chofer, Adelfo Guerra.
Con el feminicidio de María del Sol no sólo se perdió a una hija, sino también a una hermana, una nieta, una amiga, una compañera de trabajo y a una persona, a quien le arrebataron sus sueños.
Llevar el caso ante la ONU y otras instancias, asegura Soledad Jarquín, es para visibilizar y reforzar la impunidad que se vive en México en cuanto a los feminicidos -ocurren nueve a diario- y sobre las más de 100 mil personas desaparecidas, pues aseguró, todo es una cadena de impunidad que involucra a funcionarios estatales y federales.
“Mil 460 días, 48 meses, 208 semanas, más de 35 mil horas sin la presencia de mi hija, una vida arrebatada de forma violenta, sin piedad, sin misericordia”, expresa la periodista oaxaqueña.
En esta cadena de impunidad donde lo único que se exige es justicia y castigo a los responsables del asesinato de María del Sol, hay funcionarios con nombre y apellido que figuran por su nula respuesta.
Rubén Vasconcelos Méndez, el ex fiscal general del estado de Oaxaca, es uno de ellos, cuyo tránsito por la administración pública al frente de la Fiscalía de Oaxaca ha sido desastrosa y deleznable, señaló Soledad Jarquín.
“Es él, el todavía funcionario ‘reconocido’ del Estado de Oaxaca, el responsable del sobreseimiento del expediente en el Tribunal de Enjuiciamiento. Bajo su mandato se saqueó la carpeta de investigación y se falsificaron pruebas, me ocultó información, se manipuló el material probatorio, se me intimidó, se me difamó, el daño provocado es terrible para la sociedad y se demostró lo que habíamos advertido por mucho tiempo”, dijo.
El otro funcionario, es el actual fiscal Arturo Peimbert Calvo, a más de un año de haber sido nombrado por la 64 legislatura, y a seis meses de haber sido sobreseída la carpeta por “homicidio calificado” inició una nueva, esta vez por feminicidio, pero nada ha hecho para obtener la verdad.
“El caso aún está impune como hace cuatro años, sin acciones duras, contundentes contra la impunidad. El triple asesinato no tiene culpables ni intelectuales ni materiales vinculados a proceso judicial”, asegura.
También refirió que la fiscal especializada en delitos electorales, Esther Araceli Pinelo López, contra viento y marea protegió a los infractores de la ley electoral y para lograrlo la excluyó como víctima indirecta.
“Desde hace un año, es el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca la instancia que debe hacer que la justicia llegue en materia electoral, que nunca más estos hechos de corrupción lastimen a otras familias”, enfatiza.
El fiscal Especializado en Materia de Combate a la Corrupción, Jorge Emilio Iruegas Álvarez, es otro quien también suma a esta cadena de complicidades para no garantizar la justicia, al no realizar su trabajo y no judicializar a los responsables de prácticas de corrupción dentro de la Fiscalía encabezada por el entonces fiscal Rubén Vasconcelos Méndez, contribuyendo con su inacción a la impunidad.
En tres tribunales están los hechos: el Tribunal de Justicia del Estado, el Tribunal de Justicia Administrativa y el Tribunal Estatal Electoral, así como otras dos secretarías del Ejecutivo local: la de Finanzas, que violentó una resolución confirmada por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental, la única que hizo su trabajo, al documentar los hechos de corrupción y que han esperado por largo tiempo ser dictaminados en el Tribunal de Justicia Administrativa.
Soledad Jarquín también refiere que quien conoce el caso del asesinato de María del Sol es la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, actual senadora de la República, al no atender, como era la instrucción del presidente, y delegó la actuación en la titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia, Fabiola Alanís Sámano, quien actuó para “administrar el caso”, pretendió darle largas y ninguna respuesta.
“En la última reunión me dijo que cuánto dinero necesitaba para pagar un abogado. Nunca entendió que el tema era romper un sistema de corrupción, complicidad e impunidad, no quisieron tocar al ex fiscal ni a los responsables que le arrebataron la vida a mi hija”, señala.
La titular del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, quien nada hizo y guarda silencio; así como, al menos, dos funcionarios de la Fiscalía General de la República –Sara Irene Herrerías Guerra, de la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos de quién solo recibió maltrato y ni siquiera leyó la petición, porque se negó de manera directa en atraer el caso en dos ocasiones y el propio Alejandro Gertz Manero– y, finalmente, el subsecretario de Derechos Humanos y Población, Alejandro Encinas, quien como otros, “después de hablar conmigo, delegó y no atendieron el reclamo de justicia”.
Soledad Jarquín no claudicará en la exigencia de justicia para María del Sol; es apoyada por mujeres como Bárbara García Chávez, Sara Lovera, sus compañeras de trabajo, periodistas y feministas, y de manera especial de quienes conforman la organización Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, Yesica Sánchez Maya y su incansable vocación, de la sororidad de Ana María Hernández y Pilar Muriedas y el equipo legal de la organización.
Con informacion de Diana Manzo/aristeguinoticias.com