Oaxaca.-El Gobierno de Estados Unidos anunció este martes «acciones urgentes» para proteger y mejorar la sostenibilidad de la Cuenca del Río Colorado, que implican recortes a las asignaciones de agua para Arizona y Nevada, así como también para México, a partir de 2023.
La sequía se ha intensificado en este ecosistema y las autoridades estadounidenses trabajan en acciones para darle protección a la cuenca.
«La sequía prolongada y las bajas condiciones de agua descargada en la superficie, aceleradas por el cambio climático, han resultado en niveles históricamente bajos del agua en los lagos Powell y Mead», indicó un comunicado del Departamento del Interior.
El Gobierno señaló que la sequía actual se ha prolongado 23 años y no tiene precedentes, por lo cual la descarga de las represas Glen Canyon y Hoover -que crearon los lagos Powell y Mead- se reducirá el próximo año.
La reducción se basa en un plan firmado por siete estados de EE.UU. y México en 2019, para ayudar a mantener el nivel de los embalses. El plan establece las asignaciones anuales para cada parte signataria con base en los niveles de agua del Lago Mead.
El año pasado la caída de los niveles forzó al Gobierno a decretar una emergencia por escasez de agua en la región y el consiguiente recorte obligatorio a las asignaciones para Arizona, Nevada y México en 2022.
Los nuevos recortes verán reducido el suministro para Arizona en unos 192.904 millones de galones de agua, aproximadamente 21 % de su asignación anual, mientras Nevada dejará de recibir 8.146 millones de galones, y 8 % del suministro que recibe del Colorado.
La reducción para México será de 33.889 millones de galones, equivalentes a 7 % de su parte asignada.
El Río Colorado nace con la nieve que se derrite en el norte montañoso del estado de Colorado. El curso de 2.250 kilómetros sustenta un ecosistema donde viven 30 millones de personas, incluidos los miembros de 20 tribus indígenas.
El río sustenta asimismo ciudades como Denver, Los Ángeles, Phoenix y Las Vegas en una cuenca de casi 630.000 kilómetros cuadrados que se extiende por los estados de Wyoming, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, California y Nevada.
«El empeoramiento de la crisis por la sequía en la Cuenca del Río Colorado responde a los efectos del cambio climático, incluido el calor extremo y las bajas precipitaciones pluviales», explicó el subsecretario del Interior, Tommy Beaudreau.
«A su vez, las graves condiciones de sequía exacerban el riesgo de incendios forestales y trastornos de los ecosistemas, lo cual incrementa el estrés en las comunidades y los parajes», agregó.
El Departamento del Interior indicó que se aplicarán asimismo otras medidas en el manejo de cursos de agua y embalses para proteger las represas y acelerar las tareas de mantenimiento que ya están en marcha.
Beaudreau dijo que el Gobierno federal «tiene el compromiso de usar cada recurso disponible para conservar el agua y asegurar que los irrigadores, las tribus y las comunidades adyacentes reciban asistencia adecuada y apoyo para construir comunidades fuertes y proteger nuestros suministros de agua».
Firma del plan binacional de contingencia ante la escasez de agua en la cuenca del río Colorado en 2019
La península de Baja California resentió por primera vez una reducción del caudal del río Colorado, como consecuencia del Plan Binacional de Contingencia ante la Escasez de Agua en la Cuenca del Río Colorado, firmado por el presidente estadounidense Donald Trump y AMLO el pasado 16 de abril de 2019.
Decisión, que fue contestada con una postura oficial de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el plan implica que México dejaría de recibir 51 millones de metros cúbicos provenientes del lago Mead entre Arizona y Nevada, de donde México recibe normalmente el líquido.
“No es un ahorro voluntario, es un ahorro obligatorio porque así lo firmó México (…) asuguró en 2019 Trump no sé exactamente cómo se firman las cosas, pero desde luego que es un volumen que podría estar utilizando”, comentó Alfonso Cortez, profesor investigador en el departamento de estudios urbanos y medio ambiente de El Colef Mexicali.
Este convenio es parte del acta 323 firmada por México y Estados Unidos, donde se establecen “medidas voluntarias de conservación, no son suficientes para reducir el riesgo de interrupciones temporales o prolongadas en el abastecimiento de agua”, y el resultado podría ser adverso en la sociedad y el medio ambiente.
En el acta 323 se aumentó el nivel de elevación mínimo que debe tener la presa Hoover para tomar agua del Colorado o reducir su consumo, y se establecieron nuevas medidas de ahorro, al pasar del nivel mínimo establecido en mil 75 pies sobre el nivel del mar (psnm) a mil 90 psnm.
Si bien, la primera etapa de ahorro representa para México 3 por ciento de los poco más de mil 850 millones de metros cúbicos que recibe anualmente, es también alrededor de 50 por ciento del agua que consume Mexicali en un año.
Y como por ley la prioridad es el uso público urbano, la reducción recaería en el sector agropecuario que en Mexicali recibe 85 por ciento del flujo que llega al estado, añadió.
Además, este país ya tiene agua almacenada en suelo estadounidense, y está allí desde el sismo de Mexicali que en 2010 dañó el Distrito de Riego 014, donde se recibe el agua en San Luis Río Colorado, Sonora.
Ese país deberá guardar 247 millones de metros cúbicos en la misma primera etapa de reducción (de ocho posibles según el nivel de la presa), lo que representa cuatro veces más que el volumen que ahorraría México.
El agua almacenada mantendrá el nivel de la presa Hoover para que siga produciendo energía eléctrica para el sur de California, Arizona y Nevada, además de dar al país del norte seguridad hidráulica, anotó el investigador de El Colef.
Pronto sabremos si habrá menos agua disponible del río Colorado o si seguirá habiendo para desperdiciar barriendo instalaciones deportivas.
Por EFE