Esta videodanza, programada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), instancia de la Secretaría de Cultura federal, podrá ser disfrutada los días 19, 20, 26 y 27 de febrero a las 21:00 horas a través de Facebook (/INBAmx y /danzaINBAL), en el marco de la campaña “Contigo en la distancia”.
La propuesta fue realizada por Bernardo Linding, a cargo de la producción, la edición y el color, así como por la creadora escénica y docente en danza Vanessa Fuerte y Néstor Jaimén, responsables de las cámaras. Los tres se acercaron a Espartaco Martínez para hacer un levantamiento de imágenes especiales de las funciones de Sutra del corazón, la cual ofreció en el Museo Nacional de Arte en julio pasado.
En entrevista, Martínez Cárdenas comenta que en estos tiempos, cuando todo se hace en línea --en gran parte por el confinamiento sanitario--, tenía que experimentar: “Como todo creador, siempre me pregunto qué sentido tiene hacer las cosas, y en esta insatisfacción de que no es suficiente lo que hacemos, quisimos sumergirnos y explorar otros campos. Así que platicamos con estos videastas para que estuviéramos conectados. Siempre estuvieron en ensayos y funciones, y tuvieron la libertad de trabajar, porque una videodanza requiere un lenguaje especial.
“Creo que lograron llegar a nuestro interior y proyectarlo a través de la imagen; mostrar un vacío y una simpleza, cruciales en este montaje. Hay cuidado y respeto a la soledad y al vacío; momentos de silencio; una atmósfera sui géneris en la cual el cuerpo se vuelve ecológico. El lenguaje visual replantea las cosas más que la misma escena. Por eso creo que es importante cómo resalta detalles que quizá en las funciones no son tan perceptibles”.
Por su parte, Bernardo Linding, artista multidisciplinario autodidacta, explica que para ellos fue un reto capturar la presencia visual y el ritmo del intérprete, por lo cual tuvieron que asistir a todos los ensayos y funciones. Para no perder detalle alguno, emplearon lentes de acercamiento de alto alcance para presentar una videodanza más íntima.
“Evidentemente una función en vivo tiene lenguajes y propósitos diferentes a una proyección. En video se tiene la ventaja de personalizar, de dar perspectivas diferentes a lo que ocurre en vivo. Un video añade dimensiones, y puntos de vista para explorar las expresiones del artista con una dramaturgia audiovisual especial”, agrega Linding, quien desde 2004 produce obra digital para arquitectura, videojuegos y televisión en proyectos estadounidenses.
Asimismo, considera que su propuesta es una buena opción para reflexionar en torno a la permanencia y al vacío: “Hay una experiencia que debe ser contemplativa; no solo es la parte de la reflexión. Es una forma especial de comprender el mundo. Hay una especie de introspección”.
En su propuesta escénica, Espartaco Martínez invita a una disertación capital, con caligrafía en el cuerpo, acerca de la condición humana, con el apoyo de distintos recursos que van de la exposición de los preparativos (teatro del teatro) a la interpelación directa, pero sutil, a las y los espectadores.